J. Robredo
Estética redefinida
Renault anuncia la actualización este 2023 de su popular utilitario polivalente Clio, en lo que podemos considerar el último “restyling” de la actual y quinta generación del modelo, y del que no sabemos si tendrá continuidad más adelante, habida cuenta de la profunda remodelación de sus gamas de cara a la electrificación general de las mismas y que ya ha supuesto el fin de algunas, como la del Talismán por arriba o el Twingo por abajo.
Este “restyling” del Clio entra en escena como un agresivo lavado de cara, anunciado en primavera aunque no llegará al mercado hasta final de año. Llega en su momento, a los casi 4 años de vida de la actual generación estrenando nuevo frontal junto a otras novedades, para afrontar el resto de su vida comercial que acumula desde su nacimiento hace más de 30 años cerca de 16 millones de unidades vendidas a nivel mundial entre todas sus generaciones, y de las que sólo en España se han vendido más de un millón de las que unas 600.000 continúan en circulación, haciendo de él uno de los utilitarios polivalentes de referencia del segmento B.
Por ello Renault está decidida a mantener el cetro y por ello escogió como jefe de diseño de este renovado Clio a Gilles Vidal, director del equipo que diseñó uno de los principales rivales del Clio, el Peugeot 208, modelo que ha liderado las ventas europeas de su segmento en 2022.
Aun así, este “restyling” es más un “facelift” que otra cosa, centrado en un rediseño frontal, con una nueva parrilla que dice adiós a la actual con el escudo de rombo, sustituida por una rejilla ajedrezada más deportiva con el nuevo logo plano del rombo en el centro. También estrena grupos ópticos, siendo el primer Renault en lucir una nueva identidad visual con luces diurnas verticales de diodos (como los faros, más finos y también de diodos desde la versión de acceso, con hasta cinco módulos de luz en vez de los tres actuales). Las nuevas luces diurnas se alojan en la zona inferior del parachoques, en las esquinas y con forma de medio rombo, y se irá extendiendo a otros futuros modelos de la marca gala.
En la zaga también hay cambios, aunque menores, con distinto parachoques y pilotos con la misma forma pero con cubierta transparente y distinta distribución de funciones. Hay un nuevo color disponible de carrocería (el gris zinc tricapa) que sube a 7 su oferta y nuevos diseños de llantas (de 16” ó 17” de diámetro, según nivel de equipamiento).
Pero las medidas prácticamente no cambian (apenas unos mm), con 4,05 m de largo por 1,99 m de ancho (con espejos) y 1,44 m de alto, sobre una plataforma de 2,58 m de batalla, en una carrocería dos volúmenes que acoge un generoso maletero de 391 litros (1.069 con los asientos traseros abatidos).
En el interior encontramos una atmósfera cálida y confortable, con el acento puesto en mejorar la sensación de calidad percibida mediante el uso de mejores materiales. Hay nuevos tapizados más sostenibles, y la tapicería de los asientos, franja del salpicadero, puertas y el forro del techo son de material textil reciclado. Pero lo más importante radica en el puesto de conducción y el equipamiento multimedia. El salpicadero lleva una nueva pantalla digital táctil con el sistema multimedia Easy Link, que puede ser de 7” o 9,3”, esta última vertical, con conectividad Android Auto y Apple CarPlay ahora inalámbrica (antes por cable). El cuadro de instrumentos es también digital (antes sólo en algunos niveles) y su pantalla puede ser de 7” ó 10” según nivel de acabado, esta última con más opciones de personalización de datos y hasta con vista parcial de los mapas del navegador.
La lista de ayudas a la conducción es muy amplia, contando entre otras con control de crucero adaptativo con función Stop&Go, asistente de mantenimiento de carril, frenada automática de emergencia, cámara de visión a 360º y frenada automática de emergencia con detección de ciclistas y peatones. Igualmente, y según el nivel de equipamiento, el nuevo Clio puede contar con acceso y arranque sin llaves, climatizador automático bizona, cargador inalámbrico para teléfonos móviles compatibles, iluminación especial ambiental y selector de modos de conducción (Multi Sense). La preocupación por la sostenibilidad se deja ver en la ausencia de la opción de tapicería de cuero, sustituida por una mezcla textil granulada (TEP) de fibras biológicas y de poliester. Y en el caso del nivel Techno, los asientos, paneles de puertas y franjas del salpicadero están hechos en Tencel, un material textil compuesto al 60 % de fibras vegetales de celulosa.
Pero esa preocupación ecológica no se extiende mucho a sus motorizaciones, ya que las esperadas versiones “mild hybrid” no figuran (por ahora) en su catálogo, llamando la atención que sea uno de los pocos polivalentes urbanos que mantiene la opción diésel. De momento se repite la misma oferta ya conocida, aunque algo más restringida, ya que desaparece el brillante motor 1.33 TCe de 140 CV y de momento tampoco figura (al menos para España) el 1.0 SCe de 65 CV. Las motorizaciones disponibles se componen del diésel 1.5 Blue dCi de 100 CV y el pequeño 1.0 tres cilindros de gasolina en dos niveles de potencia: 90 CV (TCe) y 100 CV (TCe bifuel GLP).
Renault denomina ahora estos motores en kW, de modo que el 1.0 TCe de 90 CV y 160 Nm de par máximo (16,3 mkg) es el TCe 67 kW (en realidad 91 CV). Tras él viene el mismo motor pero con alimentación bifuel (a gasolina y GLP, gas licuado de petróleo), que da 100 CV y 170 Nm de par (17,3 mkg) que ahora es el TCe 74 kW y puede lucir, como antes, la etiqueta ECO de la DGT. Con casi la misma potencia (101 CV) está también disponible el turbodiésel 1.5 Blue dCi, ahora Blue dCi 74 kW, pero con bastante más par (260 Nm, o sea 26,5 mkg). Por cierto es un diésel sumamente limpio ya que monta un sistema de reducción catalítica selectiva (SCR) para eliminar óxidos de nitrógeno (NOx), a fin de cumplir las últimas normas anticontaminación. Los tres motores se asocian a una caja de cambios manual de 6 marchas, sin posibilidad de cambio automático. Quien quiera cambio automático tendrá que elegir el Clio E-Tech híbrido, el más caro de todos.
Y el Clio E-Tech repite la misma cadena motriz conocida, la híbrida autorrecargable (HEV) o sea no enchufable, que Renault denomina E-Tech Full Hybrid. Combina un motor atmosférico de gasolina de 1,6 litros y 4 cilindros de 94 CV con dos motores eléctricos (de 49 y 24 CV cada uno), proporcionando una potencia total de 145 CV (antes 140 CV) a través de una caja de cambios automática multimodo. Gracias a su batería de iones de litio de 1,2 kW/h puede circular hasta el 80% del tiempo en modo 100% eléctrico en ciudad. Este Clio E-Tech mejora ligeramente su rendimiento (el motor de combustión da 94 CV por 91 antes y los eléctricos con rotor de imanes permanentes también ganan un par de CV cada uno), y ofrece unas cifras de consumo muy contenidas, con un consumo medio WLTP de 4,1 l/100 km.
Con todo y como es sabido el sistema híbrido E-Tech no deja de ser bastante peculiar y un tanto rebuscado: la caja de cambios no tiene embrague ni sincronizadores, por lo que el coche inicia siempre la marcha con el motor eléctrico más potente, el de 49 CV, y después si hace falta el motor eléctrico secundario se encarga de arrancar el de gasolina e igualar la velocidad de giro del cigüeñal de éste al de la transmisión. La batería que los alimenta es de ion-litio y 1,2 kWh de capacidad, situada bajo el piso del maletero, lo que reduce su volumen a 301 litros (90 menos que los Clio con motor combustión). Como no dispone de suficiente autonomía eléctrica, debe conformarse como todos los híbridos no enchufables con la etiqueta ECO de la DGT. Y aunque el nuevo Renault Clio se fabrique sólo en Francia, muchos de sus componentes son de factura española, como la caja de cambios de la mecánica E-Tech Full Hybrid y el motor diésel Blue dCi, fabricados en las plantas de Renault de Sevilla y Valladolid respectivamente.
Finalmente, el nuevo Renault Clio 2023 se ofrece en tres niveles de equipamiento: Evolution, Techno y Esprit Alpine. Este último es nuevo y como en los Austral y Espace, con algunos detalles propios (parrilla de efecto degradado, molduras frontales, umbrales y difusor posterior en gris pizarra mate, llantas de 17” específicas, logotipos «Esprit Alpine») y también en el interior (volante con costuras en azul, blanco y rojo o cinturones con el borde en azul). El Clio Esprit Alpine viene a sustituir al anterior RS Line, ya que ahora Renault Sport no existe como tal, y como alto de gama deportivo luce distintivos propios en la parrilla (rombo de Renault y el propio de Esprit Alpine, llantas de aluminio de 17” en negro diamantado y lacadas en tono ahumado)… La insignia trasera de Clio va en negro brillante, y en el interior monta otros asientos más envolventes, con un tejido gris más claro en el centro, además de los pedales en aluminio y el volante y salpicadero con los citados pespuntes en azul, blanco y rojo, los colores de la bandera francesa.
Sólo falta por saber los precios de este renovado Clio, que Renault anunciará en junio, cuando empiece a admitir pedidos, con las primeras entregas previstas para el último trimestre del año, ya entrado octubre. Es de esperar que será algo más caro (pero no mucho) que el actual modelo, que está disponible desde 17.450 €.