No son demasiadas, pero indican los problemas de juventud de un nuevo modelo. De entrada las primeras series tuvieron algunas pegas en el sistema “Stop & Start” (disfunciones en los motores D4), crujidos de suspensión por culpa de amortiguadores defectuosos y algunos problemas de interior (decoloración con el sol de la tapicería de piel, sensibilidad a los rayazos en los insertos de aluminio del salpicadero y problemas electrónicos de ajustes (asientos, pantalla multifunción táctil, Bluetooth caprichoso…). Pero como tales llamadas a revisión, hasta ahora ha habido tres, todas en 2013. Las dos primeras en enero, una por un defecto de la dirección que limitaba el radio de giro (para los Evoque construidos del 20 de agosto al 18 de septiembre de 2012), y la otra por un apriete incorrecto de las fijaciones de las pinzas traseras de freno, que podrían aflojarse (unidades fabricadas en junio de 2012). La tercera y última tuvo lugar en agosto de 2013, para los Evoque 2.2 diesel fabricados de enero de 2012 a junio de 2013, debido a posibles fugas de gas-oil en los racores de unión del “common rail” a los inyectores, con riesgo de incendio del combustible acumulado sobre la culata. Las tres han tenido su correspondiente aviso a los clientes para proceder a reemplazar sin coste las partes afectadas (topes de dirección, amortiguadores y conexiones a inyectores, respectivamente).