Ataque en todos los frentes
El último producto “racing” de Mercedes es el AMG GT3, en la más pura tradición de los SLR y configurado según el reglamento GT3 de la FIA. Sucesor del SLS AMG GT3 y derivado del Mercedes-AMG GT, este GT3 empezará a ser entregado a las escuderías a finales del presente 2015.
En el mundo de la competición no existe una categoría tan variada y competitiva como la que define el reglamento GT3 de la FIA. La combinación de pruebas de velocidad con las clásicas carreras de resistencia plantea grandes desafíos a las escuderías. Con la experiencia acumulada con los éxitos del SLS AMG GT3 (que desde su debut en 2010, acumula nada menos que 187 triunfos, incluyendo en 2013 el reputado «Grand Slam», formado por las cuatro pruebas clásicas de resistencia: las 24 horas de Dubai, Bathhurst, Nürburgring y Spa Francorchamps), el AMG GT3 tiene muchas bazas a su favor.
La estampa del AMG GT3 es de lo más agresiva: carrocería musculosa pintada en gris satinado, insertos en amarillo, aletas ensanchadas, amplias tomas de aire, el difusor y el gran alerón trasero… son atributos que le confieren un aire muy dinámico, austero y desprovisto de ornamentos innecesarios. En el frontal destaca la parrilla del radiador «panamericana» y el «Shark Nose», hocico de tiburón, con sus perfiles cromados verticales (que recuerdan los del Mercedes 300 SL, que ganó en 1952 la “Carrera Panamericana» que recorría gran parte de Centroamérica y México).
La parrilla del radiador «panamericana» muestra una mayor conexión sobre el capó que en la sección inferior, lo que los diseñadores denominan “boca de tiburón”. Este rasgo, apreciable especialmente de lado, le confiere una fisonomía audaz. La forma de la parrilla se abre hacia abajo, reproduciendo en forma estilizada la «A» del frontal de los vehículos AMG. El difusor frontal de fibra de carbono enlaza con los bajos lisos del vehículo, cuya succión de aire genera una “downforce” en interacción con el difusor trasero y la aleta trasera. Además, cuenta con conductos de aire en el faldón delantero que aseguran la refrigeración de los frenos delanteros. La carrocería es casi toda de fibra de carbono (capó, puertas, guardabarros delanteros, faldones, difusor, tapa de maletero, aletas…) se fabrican en este material.
En la carrocería, a la izquierda y a la derecha por delante del eje trasero, se han dispuesto tomas de aire para refrigerar el cambio, situado sobre el eje trasero, al igual que los frenos y en el pilar trasero se integra la boca de repostaje rápido del depósito, para facilitar el trabajo del equipo de boxes (un trabajo también cuidado en detalles como el equipo elevador integrado en los bajos del vehículo, con 4 puntales neumáticos para levantarlo en las paradas breves en boxes y facilitar los cambios rápidos de neumáticos y frenos).
A su imponente aspecto también ayuda la gran abertura central del capó, cuyo objeto es extraer el enorme caudal de aire calentado en el radiador. Tras las ruedas delanteras destacan las aberturas de ventilación de los guardabarros, que también sacan aire recalentado , mientras que las tomas de aire ante las ruedas traseras refrigeran los frenos de este eje. Inmediatamente delante se encuentran las salidas de los tubos de escape, prácticamente sin silenciosos, que generan el típico sonido de los V8 de AMG. Los bajos lisos del vehículo bajo los faldones laterales aseguran el flujo directo del aire por debajo de la carrocería, y el alerón trasero con múltiples opciones de ajuste y el llamativo difusor garantizan la máxima carga aerodinámica sobre el eje trasero.
El corazón del AMG GT3 es el conocido V8 6.3 del SLS AQMG GT3, potente y fiable. Su engrase por cárter seco permite prescindir del cárter de aceite y montar así el V8 en la posición más baja posible y muy por detrás del eje delantero. Fabricado a mano en la planta de motores de AMG en Affalterbach, monta un cambio secuencial de seis velocidades para competición sobre el eje trasero (Transaxle), lleva un diferencial autoblocante de discos y se une al motor por un árbol hueco (Torque Tube) en cuyo interior gira el árbol de transmisión primario al mismo régimen de giro del motor. Ambos están hechos en fibra de carbono.
Los frenos han sido desarrollados sin concesiones con discos de material compuesto y ABS ajustable para competición, y el piloto dispone además en su pantalla central DDU de la consola (Digital Display Unit) de datos de todos los parámetros relevantes como velocidad, régimen del motor, temperatura de líquidos, tiempos por vuelta, marcha acoplada y recomendación de cambio a una marcha superior, a las que accede mediante un pulsador en el volante.
El diseño del puesto de conducción es equiparable al del AMG GT. El cuadro de instrumentos en posición inclinada acentúa la anchura del habitáculo. La consola central se inspira en las tomas de aire de aviación, con varios mandos como por ejemplo, el interruptor principal, el botón para conectar el encendido y el de arranque del motor V8. Junto al botón giratorio para el control de tracción y el ABS se han previsto los mandos para el ajuste manual de la distribución de los frenos. La marcha atrás y el extintor de incendios pueden activarse también desde la consola central, y el volante es de encaje y desencaje rápido sobre la columna de la dirección, para facilitar el acceso y salida del conductor. Su posición, como la de los pedales, puede variarse para adaptarse con rapidez a la estatura de cada conductor.
En definitiva, una máquina para correr cuyas primeras unidades se entregarán a los clientes a final de año, de modo que las escuderías puedan inscribirlos para las competiciones a comienzos de 2016. Y para entonces, que gane el mejor…
