El nuevo modelo para final de año
La cuarta generación del emblemático Jeep Wrangler (JL), que reemplaza a la actual tercera generación (JK) fue la novedad del grupo FCA en el pasado Salón de Los Ángeles, aunque no llegará a Europa hasta el próximo otoño.
Esta nueva generación del Jeep Wrangler, se presenta como uno de los pocos todoterreno puros del mercado, con uno de los mejores ángulos de ataque y salida, 76 cm de profundidad de vadeo, 27 cm de altura libre al suelo y ahora más ligero, eficiente y con un equipamiento más completo y moderno.
Su imagen cambia un poco respecto a la del actual Jeep Wrangler, con unos pasos de rueda más llamativos, el clásico frontal de 7 barras verticales (como en el CJ5 original) y los faros redondos de siempre, aunque ahora de diodos (en las versiones superiores) con luz diurna de cruce también de diodos, en forma anular en torno a los faros. Estrena ruedas de 18” y 19” y mantiene rasgos tan propios como el parabrisas abatible del Jeep Willys original, aumentando ligeramente de dimensiones (4,29 m de largo el 2 puertas y 4,85 m el 4 puertas).
Además, como en las generaciones precedentes, las puertas van atornilladas, pudiendo desmontarse si se desea, y el techo es igualmente extraíble, pudiendo contar también con capota textil plegable. Monta un robusto chasis de escalera -doble viga-, con la carrocería mixta con paneles de aluminio (capó, marco del parabrisas, puertas, aletas, etc) y hasta de magnesio (portón trasero), lo que le ha permitido rebajar su peso medio en 91 kg sin merma de su rigidez (que hasta se ha aumentado).
Jeep Wrangler 2018: Efectivo y resolutivo por campo
Jeep afirma que este nuevo Jeep Wrangler mantiene todas sus cualidades todo terreno, con dos ejes motrices Dana de nueva generación (Dana 44), barras estabilizadoras desconectables, los dos sistemas de tracción total conocidos (Command-Trac y Rock-Trac) y, en el caso del Rubicon, unos enormes neumáticos todoterreno. Anuncia una capacidad máxima de vadeo de hasta 76 cm, un ángulo de ataque de 44º y de salida de 37º, más 27,8º de ángulo ventral, mejorando en más de 2º todos los anteriores, con un cm más de altura libre al suelo (nada menos que 27,4 cm, por 26,2 cm ahora). En teoría son las mejores cotas todo terreno de su clase. Ambos ejes son rígidos (Jeep no se ha atrevido ni siquiera a hacer independiente el delantero), y el sistema más básico de tracción total (el Command Trac) lleva reductora (en relación 2,72 a 1) y diferencial trasero (con una relación de 3,45 a 1).
Opcionalmente, todos los Wrangler pueden montar diferencial trasero de deslizamiento limitado (Track-Lock). La versión más específica para todo terreno, la Rubicon (se mantiene el mismo nombre de la versión actual), lleva la tracción total Rock-Trac, con reductora de mayor desmultiplicación (4 a 1) y lo mismo en el diferencial trasero (4,1 a 1), además de un bloqueo selectivo a voluntad de ambos diferenciales, palieres más gruesos (los Dana 44) en ambos ejes y barra estabilizadora delantera desconectable (que le permite aumentar el recorrido de la suspensión, para no dejar alguna rueda al aire sin tracción), algo ya conocido en el actual Jeep Wrangler. Su estampa varía un poco, pero mantiene el estilo cúbico y anguloso que siempre ha distinguido al Wrangler. Se ha retocado la suspensión para mejorar el confort en asfalto y se ofrecen 4 niveles de acabado (Sport, Sport S, Sahara y Rubicon) con carrocería 4 puertas y tres con la de 2 puertas (Sport, Sport S y Rubicon) pudiendo llevar éste último techo duro desmontable (hard top) además de la capota textil de plegado eléctrico.
Jeep Wrangler 2018: Interior ordenado
En el interior destaca el nuevo cuadro y salpicadero, con “display” central de 3,5” a 7” para el ordenador de a bordo, con opción a más datos y configuraciones, junto a la nueva pantalla central multimedia táctil (de 5”,7” y hasta 8,4”, según nivel), dos tomas USB, compatibilidad con entornos Android Auto y Apple Cay Play, navegador, cámara de marcha atrás, etc… dentro del sistema multimedia U-Connect 4.0 de Jeep. El habitáculo gana en amplitud y calidad de materiales, incluyendo asientos y hasta salpicadero forrados en piel, pero la rusticidad inherente a su esencia se mantiene (los asientos no pueden disponer de reglaje eléctrico, por ejemplo).
Jeep Wrangler 2018: con hibridación «suave»
Finalmente el capítulo de motores presenta algunas novedades; junto al conocido V6 3.6 Pentastar atmosférico en gasolina (su motor favorito en EE.UU.) veremos también un nuevo 2.0 turbo de 4 cilindros, hibridado ligeramente bajo el sistema “mild hybrid” a 48 voltios, combinado con un cambio automático de 8 marchas (el V6 puede montar también éste o el clásico manual de 6 marchas). El primero da 285 CV y 36 mkg de par, y el segundo 268 CV y casi 41 mkg, lo que le sitúa en igualdad de condiciones. Más adelante se añadirá también para Europa un 3.0 turbodiesel con 260 CV (aunque puede que sólo en los Wrangler 4 puertas). Todos serán motores Euro 6 y dotados de “stop & start” de serie.
