El Ford Mustang Shelby GT 500 más potente de la historia
Estaba anunciado por la marca del óvalo para el Salón de Detroit y finalmente ha cumplido su palabra estrenando su mítico «pony car» en una nueva versión superdeportiva, el Ford Mustang Shelby GT 500 2020, que se presenta como el Ford de producción más potente de la historia.
Además de las míticas series especiales como la Bullit Edition, los Ford Mustang han tenido tradicionalmente versiones potenciadas, con la cobra en la parrilla, denominadas Shelby GT 350 y Shelby GT 500, auténticos «muscle car» con modificaciones en la carrocería a base de pasos de rueda ensanchados y capós abultados para los fanáticos de las competiciones, el sonido atronador y el olor a gasolina y a goma quemada.
Pese a llevar el apellido de Carroll Shelby (fallecido en 2012), este “super Mustang” no es obra del preparador norteamericano, sino del departamento Ford Performance, que ha dotado a esta edición 2020 del Ford Mustang Shelby GT 500 de una sobrealimentación a partir de un compresor Eaton de álabes y 2,65 litros de capacidad, hasta lograr extraer del bloque V8 de 5,2 litros (el mismo del Mustang GT 350 de 533 CV) poco más de 710 CV, la mayor potencia jamás antes ofrecida en un Ford de calle.
Ford Mustang Shelby GT 500 2020: tecnología de competición
La elección de un compresor antes que un turbocompresor en este Ford Mustang Shelby GT 500 ha sido para mantener más frío el aire de admisión del motor, además de rebajar el centro de gravedad del motor (el compresor va entre las dos bancadas del V8, y refrigera su caudal mediante un doble “intercooler” (por aire y por líquido). Las camisas de los cilindros se han aligerado, lo mismo que las culatas de aluminio (el bloque también lo es) y monta bielas forjadas, amén de lubricación y refrigeración aumentada (su radiador ofrece un 50% más de capacidad refrigerante, con doble flujo y las tomas de aire delanteras duplican la superficie de las del Shelby GT 350, con un llamativo extractor tipo persiana de 79 x 71 cm sobre el abultado capó).
El cárter del aceite, además de más grande y de mayor capacidad, forma parte de la estructura del motor para aumentar su rigidez y reducir vibraciones, montando un deflector interno activo patentado para mantener el aceite donde debe estar pese a la fuerza centrífuga (Ford no se ha atrevido a montar una lubricación por cárter seco). Igualmente, el árbol de la transmisión al eje posterior es de fibra de carbono (para reducir peso) y el cambio, realizado por Tremec, monta una caja automatizada de doble embrague y 7 marchas (derivado del que monta el superdeportivo Ford GT), que según Ford es el cambio más rápido jamás empleado por Ford (efectúa cambios en sólo 10 centésimas de segundo, o sea en una décima) y más rápido que cualquier cambio manual.
Además, cuenta con 5 modos de conducción: normal, invierno, “drag” (de “dragster”), deportivo y “track” (circuito). En el modo “drag” se incluyen funciones como el “line lock” (bloqueo del tren delantero para arrancadas espectaculares quemando la goma de los neumáticos traseros) y “launch control” (para la mejor aceleración desde parado).
Con todo ello, este Mustang Shelby GT 500 (cuya puesta a punto ha sido hecha a partir del Ford GT y el Mustang GT4 de competición) puede acelerar de 0 a 100 km/h en unos 3,3 segundos (3 segundos oficiales de 0 a 60 millas por hora -96 km/h- y 11 segundos para cubrir el cuarto de milla (400 m)… No hay datos oficiales de velocidad máxima, pero los oficiosos apuntan a que supera las 200 millas/hora, o sea los 320 km/h…
Pero como no basta sólo con el motor, Ford ha puesto igualmente la máxima atención en el chasis de este Ford Mustang Shelby GT 500 2020, con una nueva geometría de suspensión (no especificada) dotada de amortiguación variable MagneRide, muelles más duros y ligeros, una nueva dirección asistida eléctrica y frenos reforzados (Brembo), con discos autoventilados de 42 cm de diámetro delante (los mayores de cualquier otro coupé americano y con un 20% más de superficie que los del GT 350) y pinzas de 6 pistones.
Va calzado con ruedas de 20” de diámetro (y 11” de anchura) calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S (personalizados según la especificación de Ford Performance) o Pilot Sport Cup 2 para competición, pero sin especificar medidas. Estas últimas cubiertas forman parte del paquete “Carbon Fiber Track” específico para competición, que incluye llantas de fibra de carbono (también de 20”, pero con 11,5” de ancho en el eje trasero), alerón de pista del GT4 ajustable y también de fibra de carbono y “splitter” aerodinámico integrado, además de prescindir de los asientos traseros para reducir peso.
Además del paquete Carbon Fiber Track, hay otro pack algo menos radical para este Mustang Shelby GT 500, el “Handling”, con las torretas de la suspensión ajustables en sus soportes superiores y un deflector aerodinámico más discreto (Gurney Flap).
Y en cuanto a la guinda del pastel, las pinturas de guerra, hay 3 colores nuevos de carrocería: uno rojo (Red Hot), otro naranja (Twister Orange) y un gris metalizado (Iconic Silver), que a su vez pueden ir decorados en opción con las bandas longitudinales típicas de los Mustang Shelby (blancas o negras, según el color de la carrocería).
Interior específico de «Muscle car»
En el interior, encontramos un habitáculo diseñado específicamente para este Shelby GT500, con materiales de primera calidad inspirados en el mundo de la competición, con una aplicación de fibra de carbono en el cuadro de instrumentos e inserciones de ante en las puertas con costuras decorativas, asientos integrales Recaro con refuerzos laterales y preparados para cinturones tipo arnés, ajuste eléctrico de asientos (con tapicería mixta en ante y gamuza). Todo de serie, lo mismo que el cuadro digital de 12” y la pantalla multimedia táctil de 8” del sistema SYNC 3 (con conexiones Sirius XM y Ford Pass Connect), o el equipo de sonido Bang & Olufsen con 12 altavoces.
Comercialización solo en Estados Unidos
Todavía no hay datos de cifras de producción y precios (del Mustang Shelby de 2012 se hicieron cerca de 30.000 unidades, pero desde 2016 la producción de estas variantes Shelby (GT 350 y GT 500) se ha reducido mucho (del orden del millar anual) al tiempo que se ha elevado su precio (con potencias en sus más inmediatos predecesores de 540 y 620 CV). En todo caso habrá una serie limitada Edition (más cara y exclusiva), y se fomentará el coleccionismo como ya se ha hecho con la primera unidad, subastada con motivos benéficos por casi un millón de euros, lo que indica que su precio final de calle (en EE.UU.) rondará los 300.00 dólares.
Aunque no llegará al mercado norteamericano hasta este otoño, su venta en Europa, como en el caso del Ford Mustang GT 350, es bastante remota, dados los costes de homologación, pero no se antoja imposible si se aumenta su producción, aunque en todo caso no sería antes de 2021. Todo depende de los problemas de aranceles comerciales pendientes con la actual Administración USA y siempre abierto a que alguna unidad pudiera llegar de forma residual de manos de algún aficionado que lo trajera de forma particular.