Gerardo Romero-Requejo M.
Desarrollado en paralelo al Mustang GT3 de carreras
El Ford Mustang GTD se convierte en el modelo de producción más potente de la historia de Ford al diseñar, partiendo del Mustang GT3 de competición, un modelo de alto rendimiento homologado para poderse utilizar en carretera.
Las apuestas de Ford ante los retos en competición frente a deportivos europeos tienen su máximo exponente en Le Mans, cuando Ford batió a Ferrari con su mítico GT40 entre 1966 y 1969. Y mas de 50 años después, Ford se embarca en un nuevo reto, nacido en 2021 por la iniciativa de un puñado de ingenieros de la sede de la marca del óvalo en Michigan, con la idea de crear un Mustang para enfrentarse a los mejores superdeportivos europeos. Jim Farley, presidente y CEO de Ford, no pudo estar más de acuerdo con el proyecto al comentar: ‘Nos sentimos cómodos poniendo a todo el mundo sobre aviso. Competiré en circuito con un Mustang GTD contra el mejor modelo homologado para carretera de cualquier otro fabricante automovilístico’.
Diseñado en colaboración con el equipo de competición Ford Performance y Multimatic, el mismo que construyó el superdeportivo Ford GT, el recién llegado es una reelaboración legal para carretera del Mustang GT3 que competirá en Le Mans el próximo año.
Creado para la velocidad
Este nuevo superdeportivo está dotado de una estética realmente llamativa y agresiva, cumpliendo su diseño la función de ir más rápido sobre la pista, más allá de su espectacular apariencia. Esta premisa se evidencia en su aerodinámica trabajada al extremo, incluyendo las piezas móviles opcionales, como el alerón posterior ajustable hidráulicamente. También cuenta con un splitter delantero, un capó ventilado y pasos de rueda delanteros aerodinámicos, dotados de unas llamativas tomas de aire de refrigeración. Se puede pedir un paquete aerodinámico como opción (tomado casi por completo del GT3 de carreras), que incluye una bandeja para los bajos y unos alerones delanteros activos que se pueden controlar hidráulicamente.
La suspensión trasera semiactiva se ha colocado donde debería estar el maletero, con su correspondiente sistema hidráulico y de refrigeración, ofreciendo tasas de resorte variables y una altura 40 mm más baja en el modo Track. El GTD incorpora vías 100 mm más anchas que las del Mustang estándar, lo que sumado a la monta neumáticos de 325 mm delante y 345 mm detrás, en llantas de aluminio forjado de 20 pulgadas, incrementa sobremanera el agarre y la estabilidad en el paso por curvas.
La carrocería está realizada en fibra de carbono, el mismo material ultraligero empleado en competición y que también ha sido utilizado en múltiples piezas, como en el árbol de transmisión, la bandeja del paquete aerodinámico para los bajos de la carrocería, los ensanchados pasos de rueda o los umbrales de las puertas, todo ello con el objetivo de aligerar la masa total.
En cuanto a su esquema de suspensiones son de tipo semiactivo de última generación, que puede ajustar tanto las dureza de los muelles como la altura de conducción. La suspensión delantera es de doble altura, mientras que la trasera es multibrazo, y monta en ambos ejes un sistema de frenos carbocerámicos firmados por Brembo, optimizados para expulsar el calor mediante conductos de refrigeración instalados debajo de la suspensión trasera y no desfallecer en uso extremo.
Propulsión de superdeportivo
El Ford Mustang GTD monta un motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado con doble entrada de aire, con cárter seco (el primero para un Mustang de carretera), de unos 800 CV y que puede superar las 7.500 revoluciones. Este Mustang GTD de tracción trasera, dispone de un árbol de transmisión también de fibra de carbono unido a una caja automática de doble embrague de 8 relaciones, con el que se consigue un reparto de peso de cerca del 50/50 entre los dos ejes.
Dinámicamente, el Mustang GTD incorpora la nueva tecnología de Ford con el Control de Tracción Variable en el modo pista, lo que permite al conductor llevar el vehículo al límite modulando la potencia del motor. Los ajustes pueden hacerse sin quitar las manos del volante, permitiendo al conductor adaptar su conducción a las condiciones de la pista.
La marca no ha facilitado prestaciones, pero sí sabemos que ha completado el trazado de Nürburgring en menos de siete minutos, siendo el Mustang homologado para carretera más rápido de Ford, lo que le lleva a mirar de tú a tú a los Lamborghini Aventador SVJ, Mercedes-AMG GT Black Series o Porsche 911 GT2 RS, todos con cronos similares en el «infierno verde».
Interior de primera
Si bien el interior está diseñado para un rendimiento extremo, no se han olvidado que se usará en carretera, por lo que se han incluido detalles de confort y materiales de primera calidad. Los asientos están firmados por Recaro, aunque solo cuenta con los dos delanteros, dejando espacio detrás para algo de carga, al mismo tiempo que se ahorra peso. Se ha utilizado cuero y fibra de carbono para los acabados interiores, y se ha montado una palanca de titanio, las levas de cambio, el mando giratorio y la placa numerada de fabricación, todos ellos impresos en 3D a partir de piezas de titanio procedentes de un caza Lockheed Martin F-22 en desuso.
El Ford Mustang GTD se lanzara como edición limitada aunque no sabemos el número de unidades, comenzando entre finales de 2024 y principios de 2025, y con un precio que partirá de los 300.000 dólares, unos 275.000 euros al cambio actual.