Y no es una réplica…
Entre las versiones de competición del E-Type, está la LW “peso ligero” de 1963, realizada en aluminio y de la que se hicieron 12 unidades sobre las 18 previstas. Hoy, al cabo de más de medio siglo, Jaguar reedita las seis restantes idénticas al E-Type Lightweight original.

Estos Lightweight fabricados en el siglo XXI no serán réplicas de los del XX, sino exactamente iguales a ellos, con sus mismas soluciones técnicas y hasta con una numeración de chasis correlativa con la de las 12 primeras unidades. Reproducción perfecta de los E-Type Lightweight originales y con sus mismas características técnicas (incluso el motor 3.8 de 6 cilindros en línea, cuya potencia se supone estará -si responde a las especificaciones originales- sobre los 285 CV que daban los Lightweight de fábrica sin preparar).

Estos renacidos E-Type son una oportuna (casi oportunista) resurrección de la marca británica tras ver el éxito alcanzado por un especialista artesanal como Eagle GB, que restaura al estado de nuevos los clásicos E-Type, ya sean cabrios o coupés, y en todas sus versiones, desde las más modestas a las exclusivas de competición como los Lightweight Low Drag. Eagle tiene lista de espera, y eso que algunas de sus E-Type réplicas se vende en torno al millón de euros.

Los E-Type Lightweight (peso ligero) fueron llamados así porque estaban fabricados en aluminio para rebajar su peso, lo que consiguieron con 114 kg menos, dejándolo justo al filo de la tonelada. Sobre los 265 CV del motor 3.8 original, el departamento de competición de Jaguar modificó la culata, aumentando la compresión y sustituyendo la triple carburación SU por una inyección electrónica. Además, el bloque aun respetando las cotas originales y sus 3.781 cc (obtenidos de seis grandes cilindros con 87 mm de diámetro y nada menos que 106 de carrera), estaba íntegramente realizado en aluminio (el original era de fundición) lo que permitía ahorrar casi 30 kg menos justo sobre el eje delantero. También se modificó la lubricación (ahora por cárter seco) y el diagrama de los árboles de levas (dobles y en cabeza). El resultado no era espectacular (285 CV y 42 mkg) pero suficiente para permitirle una aceleración impresionante, gracias a su menor peso, y alcanzar los 280 km/h.

Las réplicas de Eagle sobre el E-Type Lightweight Speedster, partiendo de este mismo motor pero subido a 4,7 litros de cilindrada (un cubicaje espectacular para un 6 cilindros, que hasta confunde a algunos colegas que creen que se trata de un V8) no dan más de 314 CV y 47 mkg, suficientes para mojar la oreja a más de uno de los deportivos de hoy…

Bastidor, paneles de carrocería, techo… todo era también de aluminio en el E-Type Lightweight de 1963, que nació para correr en la categoría GT de la época, homologado como E-Type Roadster, aunque con una “S” delante de su número de chasis (que ahora repiten los seis nuevos Lightweight) para distinguirlos de los roadster normales. Jaguar previó una producción de 18 ejemplares, todos para competición, pero al final sólo hizo 12 (eran caros y se hacían bajo pedido, habiéndose entregado el último en 1964), de los que dos fueron modificados como Low Drag Coupé (incluyendo el que corrió en Le Mans y sufrió un grave accidente, y cuya unidad fue restaurada como nueva en 2011).

Al volante de estos E-Type Lightweight se curtieron pilotos como Graham Hill, Briggs Cunnigham, Roy Salvadori o Jackie Stewart, y de su leyenda habla claro que de las 12 unidades producidas, se conserven hoy 11 en perfecto estado. Pocas sin duda, frente a los más de 72.500 Jaguar E-Type fabricados de 1961 a 1975, a las que ahora se suman esta última media docena, que construida de modo totalmente artesanal estará lista a fines de este verano, y que ya tienen varios potenciales compradores, pese a que su precio no será inferior al de los E-Type de Eagle. Quien por cierto comercializa su E-Type Speedster (recreación del E-Type E2A) por medio millón de euros, y a 1,2 millones su reinterpretación del Low Drag Coupé (al que llama Low Drag GT), con 350 CV siempre sobre el 6 cilindros 4.7.

No cabe duda que esta competencia ha acabado por “mosquear” a Jaguar, quien ha recurrido a completar la serie inicialmente prevista del E-Type Lightweight a un precio aún por determinar, pero que superará el de los Jaguar E de Eagle. La marca del felino cuenta con coleccionistas adictos que ya se han apuntado a su posible compra, el problema es que al menos dos deberán ser ingleses (y no sólo americanos, chinos, nipones o kuwaitíes).

Es de esperar que si este E-Type Lightweight oficial suscita tantas expectativas, quizá Jaguar se anime a una resurrección más comercial, recreando un E-Type “classic” pero con las mismas comodidades que ofrece Eagle (servodirección eléctrica, frenos «gordos», amortiguación variable…). Entonces sí que asistiríamos al renacimiento integral de una leyenda…

Por cierto, esto de rescatar modelos del pasado no es algo nuevo: ya lo hizo en su día Aston Martin con el DB4 GT diseñado por Zagato, una serie especial del DB4 realizado también en aluminio. El DB4 Zagato, con un 6 cilindros de 318 CV, se presentó en 1960 y se anunció como edición especial de 25 unidades, de las que sólo se produjeron 20 entre 1960 y 1963. Casi 30 años después, en 1991, los entonces propietarios de Aston Martin decidieron aprovechar la serie incompleta y fabricaron las cuatro unidades que faltaban del DB4 GT Zagato usando los números de chasis que nunca llegaron a ser construidos (hay que tener en cuenta que un año antes se había subastado en el Reino Unido un DB4 GT Zagato por 1,7 millones de libras…). Y los vendieron por casi un millón de euros cada uno, al precio actual (750.000 libras de entonces) como “proyecto Sanction II”. Ante tal éxito, en 1992 se montaron otros dos más, con el material sobrante de la construcción de los 4 primeros y partiendo de dos DB4 convencionales reconstruidos (se les llamó Sanction III). Pero ya no fue lo mismo, y se vendieron con dificultad y mucho retraso (en el año 2000).