Bosch: 95 años de experiencia en frenos

31 octubre, 2023
J. Robredo

La importancia del líquido de frenos

La motivación en mejorar la seguridad del automóvil impulsa los desarrollos prácticos y la tecnología aplicada de los productos del grupo Bosch, destacando especialmente en las aplicaciones de sistemas de frenos que acumula ya más de 95 años de experiencia, desde que en 1927 introdujera el primer servofreno automotriz, en la convicción de que conducir es parte de nuestra vida y debemos protegerla con un sistema seguro.

Un sistema de frenado completo, seguro y de alta calidad que controle cada parte del proceso de frenado, desde el pedal hasta la rueda, y que abarca desde el diseño a los componentes, diagnosis y servicios Bosch para el taller. La gama de sistemas de frenado Bosch comprende más de 40.000 productos diferentes en todo el mundo. Esto se traduce en el apoyo de Bosch a los talleres con una amplia gama de productos: ya sean piezas de desgaste, productos hidráulicos o componentes para los sistemas electrónicos de frenos.

Bosch: 95 años de experiencia en frenos

Con más de 10.000 pastillas de freno diferentes, las pastillas y discos de freno de Bosch cubren más del 97% del mercado europeo, lo que permite a los talleres trabajar de forma eficiente y competitiva en los sistemas de frenado de una gran variedad de modelos y vehículos.

Y conviene destacarlo, ya que el sistema de frenos requiere el mismo mantenimiento que el motor, y por ejemplo cambiar el líquido de frenos es tan importante como cambiar el aceite del motor. Si el usuario no olvida cambiar el aceite del motor en función del kilometraje, o al menos una vez al año, razón de más para que tampoco olvide sustituir el líquido de frenos al menos cada 5 años, para asegurarse la mejor respuesta de sus frenos a la hora de detener el vehículo.

Algo que muy pocos usuarios hacen y que conviene recordar porque el mejor líquido de frenos pierde hasta un 25% de sus propiedades de resistencia higroscópica y compresibilidad al cabo de ese lapso… Y aquí no vale reponer líquido (si no hay pérdidas), cuando baja el nivel de su depósito por el lógico desgaste de forros y pastillas, porque al sustituirlas vuelve a subir con el riesgo de que se derrame y ataque (es muy corrosivo) las partes metálicas en contacto…

Lo mejor sería habituarse a sustituir el líquido de frenos cada dos cambios de pastillas delanteras, lo que viene a suceder en la mayoría de los coches cada 60.000 ó 70.000 km, y normalmente (aquí ya depende del kilometraje anual, pero pongamos una media de 15.000 km) equivale a 4 ó 5 años.

Además, Bosch es un socio fuerte que apoya a los talleres ofreciéndoles una amplia gama de servicios que incluye productos de primera clase, ofertas de servicios fiables y una tecnología de diagnosis eficiente para el negocio del taller. Por ejemplo, si se desea medir el punto de ebullición del líquido de frenos en 30 segundos de forma sencilla, Bosch dispone de un medidor de líquidos de frenos (BFT 100) que le convierte en la herramienta más adecuada, ya que se conecta directamente a la batería del vehículo, sin necesidad de cargarlo antes de usarlo, ni tampoco su celda.