Pocas llamadas a revisión han tenido los últimos A4 de Audi (2007), tras su puesta al día en 2011. Algunas de muy poca importancia, como los fallos en el equipo de radio digital y en el navegador (llamada en octubre de 2012 sobre unidades fabricadas en 2011 y 2012) que perdían su memoria de emisoras o se reinicializaban por sí solas tras apagarse, y lo mismo con el navegador (pérdida de destino señalado y vuelta a introducirlo). Reprogramación al canto, y asunto solucionado. Más serio fue (pero afectó a muy pocas unidades, como versión minoritaria que es) el caso de los discos cerámicos opcionales de los RS4 fabricados en la segunda mitad de 2010, que vibraban por culpa de un mala unión entre disco y plato soporte. Y antes, en febrero y marzo de 2010, se llamó a los A4 con motores TFSI de gasolina por problemas de fugas de líquido de refrigeración en la zona del turbo (unidades fabricadas de marzo a mayo de 2009) y a los 3.0 TFSI fabricados en octubre y noviembre de 2009 por fugas de aire de alimentación en el “intercooler”, con la consiguiente pérdida de potencia. La última llamada es de diciembre de 2012, para reclamar el paso por taller de algunas unidades del A4 con tracción Quattro y cambio S-Tronic fabricadas en 2011 y 2012, por defectos en el activado del freno de mano eléctrico, que podía dañar al cambio automático de forma irreversible.