VW “New Beetle” II: problemas en los motores TSI

La segunda generación del “nuevo escarabajo” de Volkswagen (y tercera si consideramos como primera al mítico de siempre) ha tenido pocos problemas de carrocería (algún funcionamiento errático de elevalunas eléctricos y de condensación de humedad en los grupos ópticos traseros) pero unos cuantos mecánicos, desde el aceite inadecuado de los cambios automáticos DSG de doble embrague (hubo que cambiar el sintético empleado, que podía corroer los sensores electrónicos de la transmisión, por un mineral más viscoso) a las fugas de aceite en la culata de los motores 1.6 TDI.

Pero los más serios han afectado a los motores TSI de gasolina, con problemas en su cadena de distribución (hubo que sustituirla en todas las primeras unidades), fallos en la alimentación variable de aire (2.0 TSI), fugas de aceite (1.2 y 1.4 TSI), ruidos de bomba de alimentación (1.2 TSI)… y el último y más serio, que ya dio lugar a una llamada a revisión en toda regla en marzo de 2012, se aplicó sobre los motores 1.2 TSI fabricados hasta entonces, por culpa del mal funcionamiento de la válvulas de regulación de la presión de sobrealimentación del turbo, con pérdida de potencia a bajo régimen y encendido del testigo de gestión del motor en el cuadro. A esta llamada (solucionada con la reprogramación ó reemplazo de la centralita de gestión del motor) se añadió otra en noviembre del mismo año, ésta más leve, afectando sólo a los modelos con tapicería de piel, en los que si se moja el asiento del acompañante , el módulo del airbag no puede detectar la presencia de un asiento infantil sobre el mismo (resuelto con el cambio del módulo).