Volkswagen Beetle

27 septiembre, 2011

Nos enfrentamos a una nueva generación que le ha devuelto al coche valores descuidados en la anterior (como la habitabilidad) y ha reforzado su redondeada imagen, más estirada pero también más atractiva y moderna a la vez, algo a lo que contribuyen sin duda el diseño de los pilotos y la presencia de un alerón posterior a la altura del final de la luneta en el caso de la versión Sport.

La plataforma sobre la que se basa es la del Golf IV acortada y actualizada. Sobre ella nos encontramos con una carrocería cuyas formas son más marcadas, menos “femeninas”. Sus dimensiones han variado en todas sus cotas.

La longitud ha crecido 15 centímetros hasta situarse en 4,28 m y la batalla 2 cm más, pero lo que más sorprende es la anchura que con 1,81 m supone un incremento de 8 cm respecto a la generación precedente en tanto la altura se ha rebajado en un centímetro. Ahora la imagen es la de un coche más asentado sobre el asfalto.

El coche sigue homologado para cuatro plazas pero lo cierto es que ahora esas plazas son reales, especialmente las traseras donde se pueden acomodar sin problemas de espacio pasajeros de hasta 1,80 metros sin que su cabeza roce con el techo. Los diseñadores se han encargado de hacer un coche mucho más racional y familiar con un maletero de 310 litros (75 litros más) que pueden ampliarse hasta 905 abatiendo el respaldo trasero; debajo del piso se aloja una rueda de emergencia.
El cuadro de instrumentos lo integran dos relojes de fácil interpretación y, cuando se trata del acabado Sport que va asociado al motor TSi de 200 CV, incorpora en la zona superior del salpicadero otros tres relojes entre los que figuran el indicador de la temperatura del aceite y el de la presión del turbo. La posición de conducción es muy buena, con los diferentes reglajes de asiento y volante y no faltan huecos para dejar pequeños objetos, incluidas dos bolsas con elástica en las puertas.

Inicialmente cuando llegue en noviembre al mercado español lo hará con dos motores de gasolina. Se trata del 1.2 TSi de 105 CV con cambio manual de seis velocidades y el 2.0 TSi de 200 CV asociado a un cambio DSG de seis marchas. Para el próximo año la gama se ampliará con la llegada de las versiones diesel TDi de 105 y 140 CV así como un 1.6 TSi de 160 CV y la variante 2.0 TSi con cambio manual.

De todos modos, de esta última y como adelanto, Volkswagen lanza una serie especial de 60 unidades denominada Turbo Black & White para el mercado español, treinta en blanco y treinta en negro que pueden reservarse ya. Sólo pudimos conducir la versión 2.0 TSi Sport con el cambio automático DSG. Y dejando al margen su calzado con ruedas extra-anchas que en cierto modo desvirtuaban el trabajo de insonorización y confort realizados, la verdad es que al coche se le nota mucho más apoyado sobre el asfalto fruto de esos centímetros que ha ganado en el ancho de vías y batalla.

Las suspensiones son McPherson delante y un sistema multibrazo atrás que trabajan bien absorbiendo las irregularidades y garantizando una magnífica estabilidad, a la vez que colaboran en el confort de masentras los frenos de 4 discos (ventilados delante) cumplieron bien su cometido, aunque no los forzamos, con una dirección asistida electromecánica precisa y de tacto agradable.

El Beetle llegará en noviembre con dos acabados, Design para la versión 1.2 TSi y Sport para el 2.0 TSi. Curiosamente, el equipamiento es superior en ambos casos pero el precio es menor respecto a la generación anterior. El Beetle Design lleva de serie seis airbags, ESP, asistente de arranque en pendientes, llantas de 17 pulgadas, climatizador bizonal, equipo audio, sensor de lluvia y control de velocidad entre otros elementos y su precio es de 21.120 euros (920 euros más barato que la versión actual), mientras que el 2.0 TSi Sport, con más equipamiento que el Design, cuesta 28.310 euros por lo que es 1.690 euros más barato.

Versiones del modelo: 'Beetle'

Volkswagen
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Tno. 93 402 89 67
Garantía: 2 años sin límit