Pagani Huayra Roadster

3 mayo, 2017
J.C. BERGER
Un capricho de casi tres millones

Pagani escogió el pasado Salón de Ginebra para presentar la versión abierta denominada Roadster de su Huayra, desarrollado incluso antes que la versión coupé, aunque fuera ésta la primera en salir al mercado.

Entre los constructores italianos de superdeportivos hay uno que, a pesar de no llegar a la fama de los legendarios Ferrari, Lamborghini, Maserati, etc… se mantiene en un alto nivel de ingeniería, con la máxima exclusividad que le otorga ser el más caro. Se trata de Horacio Pagani, a quien de vez en cuando le gusta demostrar que él también está en el Olimpo de los elegidos.

El Pagani Huayra Roadster parte del Huayra BC (Benny Caiola), y con 1.280 kg sorprende con un peso 80 kg inferior al del Huayra Coupé, pese a los refuerzos de estas versiones abiertas, logrado gracias a su oferta con dos tipos de techo. El primer techo es uno desmontable hecho en fibra de carbono (como el resto de la carrocería) que le confiere un aspecto tipo “targa”, contando con la parte central acristalada y transparente, con lo que presenta una estampa muy similar al del Huayra coupé, con casi su mismo nivel de aislamiento y con una luminosidad interior mayor.

El otro techo es una minicapota plegable de lona, que se puede guardar dentro del coche, siendo compatible con el techo “targa” de fibra de carbono, y que en caso de lluvia y de no llevar el rígido, nos libraría del remojón; esta minicapota es de instalación manual, y se puede guardar cuando no se usa en el interior del propio coche, ofreciendo una solución provisional en los chaparrones imprevistos por bruscos cambios del tiempo.

Resulta curioso que cuando en general los descapotables suelen ser más pesados que los coupés de los que derivan, debido a los refuerzos estructurales que incorporan a su chasis, este Pagani Huayra Roadster sea justo al revés, más ligero, y encima todavía más rígido que el Huayra cerrado (un 52% más a la torsión), siendo capaz de soportar con neumáticos de calle una fuerza lateral de hasta 1,8 “G”. Ello también es fruto de su cambio de puertas, que ya no abren en forma de élitros sino de forma convencional (y además son más pequeñas) y al uso en el bastidor de carbotitanio, una aleación que según Pagani es más avanzada incluso que las que se utilizan en la Fórmula 1.

Una línea más agresiva.- Por fuera este Huayra Roadster es casi idéntico al coupé de techo rígido, aunque cuenta con algunos elementos propios que permiten diferenciarlo del coupé, incluso con el techo puesto. Así, cambia el frontal, con una parrilla, así como la zaga, con un nuevo difusor trasero con las 4 salidas de escape agrupadas en el centro.

Pero lo más original (como en el nuevo Lamborghini Huracán Performante) son sus alerones y deflectores variables, que forman parte de su aerodinámica activa, para lograr la máxima penetración en el aire al tiempo que se mantiene lo más pegado posible al suelo, mediante la sustentación extra que procuran sus “flaps” móviles (dos delante y dos detrás).

La suspensión también específica, con reglajes distintos a los del Huayra coupé, aunque sobre su mismo esquema, y el cambio es el mismo, con la caja automática secuencial de 7 velocidades desarrollada por X-Track, con diferencial trasero autoblocante mecánico y electrónico (este último desarrollado conjuntamente con Bosch), aunque con algunos ajustes distintos que la hacen más rápida. Por su parte los frenos montan 4 discos carbocerámicos Brembo de 380 mm de diámetro, autoventilados y ranurados con pinzas delanteras de 6 pistones y traseras de 4, mientras que las llantas son de aluminio forjado, de 20” de diámetro delante y de 21” detrás, montando neumáticos Pirelli P Zero Corsa o Trofeo R.

El motor es el ya conocido V12 de 5.980 cc biturbo, de origen Mercedes-AMG (M158), que convenientemente retocado sube su potencia a 764 CV a 6.200 rpm, con un par máximo de más de 100 mkg (102 exactamente) disponible desde 2.400 rpm, con la particularidad de su tracción exclusivamente trasera, lo que ya de por sí resulta sorprendente en un coche con una relación final peso/potencia de menos de 2 kg por CV (1,67). No es extraño que el propio Horacio Pagani haya definido este Huayra Roadster como “el proyecto más complicado jamás antes afrontado por la marca”.

En todo caso, Pagani no facilita datos ni de prestaciones ni de consumos, sin duda al mismo nivel de sus compatriotas rivales de Ferrari o Lamborghini, lo que tampoco debe importarle demasiado toda vez que los 100 ejemplares que construirá en edición limitada ya están vendidos y adjudicados a un precio que desde luego desborda por completo al de su competencia: nada menos que 2.280.000 euros antes de impuestos, lo que supone en nuestro mercado más de 2,7 millones de euros puesto en la calle.

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