Neumáticos mal mantenidos: más consumo y vida útil acortada

15 marzo, 2018
GONZALO NAVARRO

Acercándose las vacaciones de Semana Santa, Grupo Andrés, líder de distribución de neumáticos en la Península Ibérica, nos recuerda que la incorrecta presión y la mala alineación de los ejes pueden reducir un 20% la vida de los neumáticos, además de incrementar el consumo.

Realizar un correcto mantenimiento del automóvil es una cuestión esencial que afecta a la seguridad en la conducción pero también a la capacidad de los neumáticos para recorrer kilómetros. En este sentido, el control de la presión y la alineación de los ejes son determinantes, ya que si no se realizan correctamente se produce un desgaste que reduce en un 20% la vida útil de las ruedas, según los datos de Grupo Andrés,.

Ambos factores afectan directamente en la duración de los neumáticos y, a su vez, repercuten en el consumo de combustible del vehículo. La alineación incorrecta genera un desgaste irregular de las gomas, más fatiga en los elementos mecánicos y un peor comportamiento del vehículo. Por ejemplo, un neumático en un eje desalineado sufre un desgaste tan rápido que el dibujo desaparece en un recorrido de entre 4.000 y 6.000 km, el efecto es similar al de una lija.

Además, dado que los neumáticos son el único punto de contacto con el asfalto, su estado es fundamental para dar seguridad en la carretera. En concreto, «una mala alineación puede aumentar la resistencia a la rodadura hasta un 80% y un error de sólo 2,5 en el ajuste de un eje puede incrementar el consumo en un 16%. Por el contrario, un neumático con desgaste regular responde adecuadamente y el conductor es más capaz de controlar su vehículo», apunta Eduardo Salazar, Director General del Grupo Andrés.

Golpes en bordillos y baches.- Una situación que desajusta significativamente al alineado de las ruedas es el impacto que se produce al golpear contra bordillos y el paso por baches de forma reiterada o a mucha velocidad. Grupo Andrés recomienda un control exhaustivo de cualquier bulto o irregularidad en los flancos de las cubiertas, ya que son signos inequívocos de daños en la estructura del neumático.

Por estas razones, se aconseja verificar de manera habitual la alineación de su vehículo y siempre que se monten neumáticos nuevos como medida preventiva. Además, es muy importante verificar la profundidad del dibujo regularmente y sustituir el neumático antes de que la profundidad del dibujo sea inferior al límite legal de 1,6 mm. No obstante, por seguridad, y máxime en época de lluvia, se aconseja cambiarlos cuando sea inferior a 3 mm.

Para asegurar la correcta presión de inflado de los neumáticos, se debe revisar regularmente, como mínimo una vez al mes -con el neumático en frío-; controlar que se ajusta la presión según la información facilitada por el fabricante de neumáticos; y, finalmente, lo ideal es habituarse a realizar esos controles antes de cada viaje. Vigilar la presión de las ruedas contribuye a reducir los gastos de mantenimiento, el consumo de carburante y las emisiones de CO2. Un dato muy significativo es que un neumático que circula con una presión un 20% inferior sufre un desgaste que disminuye su vida útil un 16%, es decir que si la cubierta tiene una durabilidad estimada para 40.000 km, pierde la capacidad de recorrer al menos 6.400 km.

En definitiva, un desgaste uniforme y regular en los neumáticos de ambos ejes del vehículo, contribuye a ahorrar en el mantenimiento y a dar seguridad en la carretera, los ejes reaccionan equilibradamente y el conductor controla mejor al vehículo. Cuando se observa un desgaste atípico de las ruedas, Grupo Andrés aconseja acudir al taller para que un profesional realice un diagnóstico del tipo de irregularidad que presenta el neumático y así determinar las posibles causas y soluciones.

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