El sustituto del SLK
Coincidiendo con el 20 aniversario del lanzamiento del modelo, Mercedes aprovecha el restyling del SLK para no solo ajustar su frontal al estilo de los últimos modelos de la marca, sino también para cambiarle el nombre por el de SLC. Esperado para febrero 2016, este cambio define mejor su tamaño y categoría de rodaster como hermano pequeño del Mercedes SL, que también se renovará en mayo.
Se presentará de forma oficial en el Salón de Detroit (11 de enero de 2016) y con salida comercial inminente, celebrando los 20 años del lanzamiento del primer SLK de techo retráctil (1996). Este renovado SLC estrena nuevos motores, incluido un 1.6 turbo de gasolina y 156 CV como versión de acceso (SLC 180) y un V6 3.0 biturbo de 367 CV para la versión AMG que sustituye al anterior SLK 55 de motor V8 (perdiendo aquí 54 CV con el cambio).
Estéticamente la mayor modificación está en el frontal, que repite el de los últimos modelos de la marca inspirando ligeramente su parrilla y faros en la del Mercedes-AMG GT. Y el coche visto desde delante queda muy bonito, pero también cambian los paragolpes, los grupos ópticos traseros (por diodos, “of course”) y las salidas de escape (ahora como las del nuevo Clase C).
Interior perfeccionado.- En el interior no hay grandes cambios en este biplaza; nuevo volante, nuevo cuadro y más remates de aluminio por el salpicadero. Lo que sí es nuevo es su conectividad ampliada a través del sistema Comand renovado, con pantalla de 7” y mejor resolución. Cuenta con el Dynamic Select de serie (con cambio automático), que permite elegir entre 4 niveles de conducción (Eco, Confort, Sport y Sport+) con un quinto nivel extra personalizable a gusto del conductor, y mejora la función de plegado y desplegado automático del techo, ahora posible en marcha hasta 40 km/h, y sin necesidad de hacer sitio al mismo en el maletero a mano cuando llevamos algún equipaje.
Y todos cuentan con un elevado equipamiento de serie, especialmente en materia de seguridad como el Collision Prevention Assist Plus, un dispositivo de asistencia a la conducción para evitar alcances que combina una advertencia de distancia asistida por radar con un servofreno de emergencia con función de frenado parcial autónomo. También destaca (pero ya opcional) los faros ILS (Intelligent Light System), con su alumbrado adaptativo inteligente por diodos con gestión integrada del cambio automático de luces largas a cortas, faros antiniebla con función direccional, etc.
Amplia oferta de motores.- En el capítulo de motores, este SLC ofrece de entrada cinco, 4 en gasolina y uno diesel, todos de 4 cilindros salvo el V6 3.0 del Mercedes-AMG SLC 43. Todos turbo y de inyección directa, el 1.6 del SLC 180 da 156 CV y 25,5 mkg de par, habiendo logrado homologar un consumo combinado de sólo 5,6 lts/100 km. Luego tenemos el dos litros (1.991 cc) del SLC 200, con 184 CV y 30,6 mkg de par (6,1 lts/100 km de consumo oficial combinado) y el mismo motor pero biturbo y subido a 245 CV y 37,7 mkg en el SLC 300, ya con cambio automático (el 9G-Tronic) de 9 relaciones (los SLC 180 y 200 llevan de serie cambio manual de 6 marchas), con el que puede presumir de gastar menos (o mejor, de haber homologado un consumo oficial menor) con sus 5,8 lts/100 km en el promedio combinado. Más adelante habrá versiones con tracción total, así como una versión híbrida sobre el SLC 180 (que no llegará antes de 2017).
El tope de gama en gasolina corresponde al Mercedes-AMG SLC 43, la opción más deportiva, que no se libra de la moda “downsizing” ya que cambia el anterior V8 5.5 atmosférico de 421 CV por un nuevo V6 3.0 biturbo que desarrolla 367 CV y 53 mkg de par motor, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos (una décima de segundo menos que el SLK 55 AMG) con la velocidad máxima autolimitada a 250 km/h. Al menos, las prestaciones apenas se resienten, ya que aunque cede 54 CV frente al anterior SLK AMG, sólo pierde 2 mkg de par, obteniéndolo a muchas menos vueltas (2.000 rpm frente a 4.200 rpm en el SLK 55 AMG), lo que le va a beneficiar ya que será mucho más elástico y agradable de conducir, con una disminución (oficial, claro) del 25% en su consumo.
La oferta diesel se limita al SLC 250d, con el clásico 4 cilindros turbodiesel de 2.143 cc, con 204 CV y 51 mkg de par, que aún resulta más brillante que el SLC 200 de gasolina, ostentando el menor consumo de todos (4,4 lts/100 km en el promedio oficial combinado y sólo 114 g/km de CO2). Todos montan de serie el cambio 9G-Tronic, salvo los ya citados SLC 180 y SLC 200, en donde es opcional.
Presentado oficialmente en el Salón de Detroit, este remozado SLC sale simultáneamente a la venta en EE.UU. y Europa a más tardar en febrero, bajo los mismos niveles conocidos de acabado, y aunque los precios para España todavía no han sido dados a conocer por la marca, no se esperan variaciones notables sobre los actuales (incluso descensos, en el caso del SLC 180).
