Mercedes-AMG GT y GT C Roadster

14 diciembre, 2016
J. ROBREDO

Descapotable extremo

El bello Mercedes-AMG GT ya tiene versión roadster, todavía más exclusiva en sus dos versiones GT y GT C, ambas con el motor V8 4.0 biturbo, con potencias de 476 y 557 CV respectivamente. Tardarán algunos meses en llegar y su precio rondará los 200.000 euros.

AMG GT C Roadster

Su estampa es aún más llamativa y espectacular que la de su hermano cerrado. Como es habitual en las versiones descapotadas de vehículos con techo rígido, la carrocería de estos AMG GT ha sido reforzada en algunos puntos clave (soportes del salpicadero, por delante y por encima del eje posterior y en el mamparo tras los asientos), para compensar la menor rigidez causada al eliminar el techo. Por ello su peso final en ambas versiones es algo mayor frente al de su hermano coupé: 1.595 kg y 1.660 kg respectivamente en vacío, o sea 55 y 90 kg más que los Mercedes-AMG GT Coupé y GT S Coupé. Aumento nada excesivo, gracias a un bastidor ultraligero a base de acero, aluminio y magnesio, y al empleo masivo de aluminio en los refuerzos, y que ha permitido mantener el equipamiento de lujo y confort (como la “bufanda” de aire caliente “airscarf” proveniente de los apoyacabezas, para poder rodar descapotado en pleno invierno, y por primera vez montada en los asientos AMG Performance, o el equipo opcional hi-fi Burmester), así como otros dinámicos (como el alerón eléctrico posterior que se despliega en función de la velocidad).

La capota textil es asimismo muy ligera y a la vez muy aislante, compuesta por tres capas (con un tratamiento especial hidrófugo la exterior) y ofrecida en negro, beige y rojo, a combinar con hasta 10 colores en la tapicería y 11 en la carrocería. Su apertura y cierre se efectúa en sólo 11 segundos, y puede operarse también en marcha, hasta los 50 km/h de velocidad. La luneta trasera es de vidrio térmico de alta calidad, y tras los asientos lleva un travesaño de aluminio integrado con los arcos protectores, que actúa como protección adicional en caso de vuelco.

La parrilla frontal, con 15 lamas cromadas verticales es similar a la del Mercedes-AMG GT R, y cuenta con el mismo sistema activo de regulación del aire que permite la apertura variable de la rejilla en función de las necesidades de refrigeración del radiador, mediante la apertura variable de las lamas interiores. La zaga, más ancha, también se inspira en la de los AMG GT R, con mayor ancho de vía y aletas sobredimensionadas, con entradas de aire posteriores.

AMG GT C Roadster

En el interior, no hay grandes diferencias sobre el AMG GT Coupé, con el mismo diseño de salpicadero centrado en el conductor y la consola central que supuestamente imita las formas de su motor V8. La tapicería de serie del AMG GT C está hecha en cuero “nappa” (mixta en el GT) y trae el volante deportivo AMG forrado en cuero y microfibra Dinamica (como el del AMG GT S).

En cuanto a los motores, el AMG GT Roadster normal equipa el mismo del coupé GT, o sea el 8 cilindros en V de 3.982 cc alimentado por inyección directa y dos turbos (uno por bancada) en su versión de 476 CV a 6.000 rpm y un par de 64,3 mkg de 1.700 a 5.000 rpm. Monta diferencial autoblocante trasero (imprescindible, dado que ambos son exclusivamente de tracción posterior) mecánico y no electrónico, la suspensión independiente por paralelogramo deformable sobre triángulos de aluminio forjado (pero con amortiguación deportiva AMG de tarado fijo), el cambio automático de doble embrague AMG Speedshift DCT con 7 relaciones y levas al volante (con selector de modos de conducción), y anuncia una velocidad punta de 302 km/h con una aceleración de 4 segundos en el 0-100 km/h, para un consumo oficial combinado de 9,4 lts/100 km. Los frenos son como los del AMG GT Coupé, con discos ventilados de 360 mm de diámetro en las 4 ruedas, lo mismo que su tren rodante, con llantas de aleación forjada de 19” y neumáticos de 255/35 en el eje delantero y 255/35 en el trasero.

En el caso del Mercedes-AMG GT C Roadster, el rendimiento del V8 4.0 biturbo se exprime hasta alcanzar los 557 CV (a 6.750 rpm) y el par los 69,4 mkg (igualmente con una curva de entrega muy plana, constante de 1.900 a 5.750 rpm, una potencia por debajo de la versión GT R de competición (585 CV) pero claramente por encima del GT S (510 CV), lo suficiente como para clavar el crono de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y lograr los 316 km/h de velocidad punta, mientras que su consumo oficial homologado sube a 11,4 lts/100 km. Pero aparte de su mayor potencia, el GT C Roadster presenta otras diferencias respecto al GT Roadster, como su amortiguación por control electrónico variable, su distinto tren rodante (con llantas de 19” delante y 20” detrás, calzadas con neumáticos de 265/35 R19 y 305/30 R20), sus mayores discos de freno delanteros (390 mm), así como nuevos complementos para reducir peso (como su batería convencional de ion-litio, con menos de la mitad de peso sobre una normal de plomo, más elementos de la suspensión en aluminio, tapa del maletero en fibra de carbono, etc).

AMG GT C Roadster

Y además hay otros cambios de mayor calado; la caja de cambios cambia ligeramente las relaciones de 1ª y 7ª (como en el GT-R) y el selector cuenta con el modo “race” de carreras, y el diferencial posterior pasa a ser de control electrónico, mientras que las vías se ensanchan ligeramente (y con ellas los pasos de rueda que llegan ahora a aumentar la anchura posterior del coche en casi 6 cm frente al GT Roadster), cambian también los parachoques a fin de aumentar los apoyos aerodinámicos y agrandar las tomas de aire para refrigerar motor y frenos, y el escape dispone de válvulas de apertura variable en función del modo de conducción, que modifican su tono y nivel de intensidad. Pero el cambio más importante del GT C frente al GT estriba, como en el GT R en su dirección a las 4 ruedas, donde el eje trasero puede llegar a girarlas en curva en sentido contrario al de las delanteras hasta un máximo de 1,5º (hasta los 100 km/h; a partir de esta velocidad pasan a girar en el mismo sentido que las delanteras, con una transición electrónica y no mecánica para asegurar la máxima progresividad del giro.

Los Mercedes-AMG GT y GT C Roadster todavía tardarán algunos meses en llegar al mercado, ya que según la marca su lanzamiento comercial no estará listo hasta mediados de 2017. Por eso no hay todavía tarifa oficial de precios, aunque se espera que se mueva entre los del AMG GT S y el AMG GT R, con el GT normal más cerca del primero y el GT C más cerca del segundo, lo que vendrá a suponer un sobrecoste de entre 10.000 a 12.000 euros, lo que significa que el GT C Roadster se movería cerca de los 200.000 euros, y el GT Roadster hacia los 180.000.

Versiones del modelo: 'Amg Gt'

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