La batería ante el invierno

5 enero, 2011
JUAN ROBREDO

Todo lo anterior explica que una batería muy justa en su amperaje residual (el que le queda tras el paso del tiempo y los ciclos de carga y descarga, con su correspondiente sulfatación) pueda servir bien en verano, y ser incapaz de arrancar el motor en una fría mañana de invierno. La sulfatación es el factor principal que acorta la vida de la batería. Con el paso de los años, los estados de baja carga sulfatan las placas, sobre todo si el voltaje final baja de los 12 voltios (en realidad, ya se produce a menos de 12,4), y por eso al cabo de 4 ó 5 años, el amperaje final de la batería es del orden de un 30% a un 50% menor del teórico. La sulfatación se da más cuanto menos tensión final se logra. Por eso los coches que circulan poco y en cortos recorridos (por ciudad, etc) desgastan antes su batería.

Un desgaste que se acelera en invierno cuando se da un balance energético negativo, con mayor uso de faros y otros consumos eléctricos (limpiaparabrisas, luneta térmica, etc). Si hay mayor consumo eléctrico y los períodos de funcionamiento del motor son cortos, se agrava la sulfatación y en casos extremos, la muerte de la batería por incapacidad de suministrar la suficiente fuerza de arranque. De ahí que unos sencillos consejos pueden ayudar mucho a prolongar la vida de la batería; como por ejemplo: 1º. Si utiliza poco el coche, adquiera un cargador de baterías y aplique una recarga a la misma al menos una vez cada dos meses. Compruebe su tensión con un voltímetro manual (los hay muy simples y baratos, que se enchufan a la toma del mechero) y recárguela siempre que baje de 12,4 voltios, que es cuando empiezan a sulfatarse. En los meses fríos, si tiene garage, aplique una recarga al mes si no mueve el coche.

2º. A partir del cuarto año de vida, compruebe una vez durante el mismo el estado de la batería en un taller, verificando su capacidad real a máxima carga. Así se puede estimar mejor la vida útil que le queda y proceder a su cambio justo antes de que nos pueda dejar “tirado”.

3º. Si no va usar el coche varios meses, desconecte el borne positivo, bien directamente, bien a través de un cortacorrientes. Si su coche es reciente y tiene centralita con memoria de funciones, puede poner a través de la toma del mechero una conexión a una pila de 9 voltios, suficiente para que la memoria no se borre por falta de corriente.

4º. Cuando tenga que sustituir la batería, hágalo siempre con una de las mismas características que las aconsejadas por el fabricante del vehículo, o mejor, algo superior. Aunque hay marcas que sobredimensionan la batería (Mercedes, por ejemplo), lo normal es más bien lo contrario. Por eso, si en el hueco de la batería le cabe una batería de 55Ah en lugar de una de 45Ah, prefiérala antes que ésta. Y lo mismo vale para una batería de 62 Ah en lugar de una de 55Ah, de 72 Ah en lugar de 62Ah, etc, etc. Por un lado siempre le durará más y por otro, teniendo en cuenta el cada vez equipamiento de funcionamiento eléctrico en los automóviles nunca va a venir mal disponer de un acumulador provisto de mayor capacidad.

5º. En caso de uso esporádico del coche, hay también dispositivos anti-sulfatación que se venden en las tiendas especializadas y por Internet y que se conectan a los bornes, generando impulsos que impiden el sulfatado de las placas. Si su coche monta una batería cara, merecen la pena, ya que el alargamiento de su vida útil compensa con creces su coste.

6º. Compruebe el nivel del electrolito a través de los agujeros de llenado, tanto en una batería clásica como en las nuevas de bajo mantenimiento y hasta en las llamadas sin mantenimiento, ya que muchas sólo llevan una simple tapa plástica sobre los mismos, levantable mediante la presión de un destornillador. Si se repone agua destilada cuando las placas empiezan a emerger se aumenta notablemente su vida, una operación que en las modernas baterías debe hacerse a los dos años de su estreno. Porque consumen poco agua, pero aún consumen algo. Sólo las baterías realmente selladas o las de gel no permiten este mantenimiento.

7º. Y al arrancar en tiempo frío con una batería débil, ahorre todas las pérdidas parásitas de corriente y energía. No conecte luces ni radio hasta haber arrancado el motor, y mantenga pisado el embrague mientras hace girar el motor de arranque, aunque tenga el cambio en punto muerto, para evitar que tenga que arrastrar también el eje del mismo.