Hyundai Veloster: nuevo coupé

25 julio, 2012
MOTOR MUNDIAL

Hyundai tiene por tradición ofrecer dentro de su producción automovilística un coupé a su clientela. Y ahora, ya como cuarto constructor mundial de vehículos, no iba a ser menos. Así, después del éxito obtenido con el Hyundai Coupé de 1996, un coche enormemente popular en nuestro país (el coupé más vendido entre 1999 y 2002), ha querido innovar rompiendo reglas dentro de este segmento con el Veloster, un coupé original y único, práctico como pocos, que además de un diseño rompedor, ofrece una disposición asimétrica de sus 3 puertas laterales realmente singular y útil, con una capacidad de maletero tan grande que también se sale de lo normal.

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Concebido como un coupé 2+2 muy práctico y compacto (o sea de dos plazas reales más dos complementarias), el Veloster (un nombre fruto del apócope entre “Velocidad” y “Roadster”) es el sucesor del “concept” de igual nombre que Hyundai mostró en el Salón de Seúl del 2007. Un coupé único e innovador orientado hacia los jóvenes compradores de su primer coche deportivo nuevo. Y la verdad es que el Veloster de calle difiere de todo lo conocido y abre nuevos caminos a través de sus tres puertas laterales que mejoran su aspecto práctico, adornado por una luneta en el portón que se prolonga hasta el techo. Diseñado en Corea, en el centro de I+D de la marca en Namyang, el Veloster utiliza la plataforma del i30 (ambos tienen la misma batalla de 2,65 m). Pero el Veloster es más pequeño y bajo (mide 4,21 m de largo por 1,79 de ancho y 1,45 de alto), repitiendo la clásica configuración de tracción delantera y motor transversal, con un cambio manual de 6 relaciones o bien el novedoso cambio robotizado de Hyundai con doble embrague (DCT), igualmente con 6 marchas.
La idea de Hyundai es ofrecer un coupé de diseño y a la vez muy funcional, capaz de competir con los coupés tradicionales del mercado (VW Scirocco, Renault Mégane Coupé, Honda CR-Z…) y con los polivalentes y compactos urbanitas de 3 puertas (Mini Clubman, Alfa Mito, Fiat/Abarth 500, etc), de ahí sus recortadas dimensiones. Conocido como proyecto HND-3 (nombre de código), el Veloster presenta unos montantes delanteros negros característicos que proporcionan a las lunas un aspecto de visor de casco de moto. En la parte delantera aparece la rejilla delantera hexagonal cromada característica de Hyundai, el detalle de la toma aerodinámica del capó y las características luces de posición por diodos de Hyundai. De manera opcional se puede solicitar un marco cromado de la rejilla, acabados interiores en “piano black”, luces antiniebla y un impresionante techo solar panorámico (en el nivel Sport S), practicable en su parte delantera.

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De perfil, el Veloster muestra las líneas del estilo de «escultura fluida» de la marca coreana, con unos marcados pasos de rueda, las manillas de puertas y los retrovisores en el color de la carrocería, y los faros y las luces traseras envolventes. El Veloster se ofrece de serie con llantas de aleación de 17” de diámetro, aunque también se encuentran disponibles dos tipos de llantas de 18, con inserciones a juego con el color de la carrocería en las del nivel superior.
El diseño de la parte posterior incluye un portón trasero pequeño con una especial luneta muy tendida y característica del modelo, dos tubos de escape cromados hexagonales centrados y un panel inferior en negro, a modo de escudo deflector de efecto suelo.
En el interior, de atractivo diseño, el panel central y los mandos, con botón de arranque incluido, recuerdan al depósito de combustible de una moto deportiva. Las salidas de aire están inspiradas en los tubos de escape de las motos, mientras que la consola del suelo imita el asiento de éstas, con detalles metálicos por todo el interior, pedales de aleación, y volante y pomo del cambio de marchas forrados de cuero. Los asientos por su parte, son ajustables y anatómicos, con una buena sujeción.

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Pero la gran originalidad radical del Hyundai Veloster es el haber combinado el estilo de un coupé con la funcionalidad de un dos volúmenes, al incorporar una tercera puerta lateral adicional en el lado derecho, el del acompañante delantero. Antes ya ha habido algunos coupés que han utilizado puertas laterales de acceso más pequeñas con bisagras traseras, aunque con el inconveniente de tener que abrir la puerta del lado del conductor antes de poder abrir la trasera, lo que resultaba una incomodidad tanto para el conductor como para el pasajero, sobre todo en ciudad, planteando problemas al aparcar en espacios estrechos. Hyundai ha solucionado este problema en el Veloster con una puerta con bisagras convencionales y cristal descendente en el lado del acompañante, lo que permite acceder con seguridad y facilidad a los asientos posteriores, o colocar bien a un niño en su sillita. La manilla de la puerta posterior en el lado del acompañante queda camuflada en la esquina de la ventanilla, para no romper el diseño.

Pese a ser un coupé, el espacio útil interno del Veloster está a la altura de los mejores turismos compactos de su categoría, con casi tres m3 (2.980 litros) de volumen interior total de habitáculo, y ello sin que su peso se dispare (1.185 kg en vacío, entre los más ligeros del segmento), lo que le permite un compromiso óptimo entre agilidad, prestaciones y consumo. Porque ante todo, y como coupé deportivo, el Veloster hace gala de una conducción divertida, dentro de un comportamiento irreprochable. Equipado con una suspensión delantera por eje independiente pseudo Mc Pherson, con amortiguadores de gas y una barra estabilizadora de 24 mm de diámetro, monta además un eje torsional posterior muy ligero, de diseño en V y poco peso, primicia de Hyundai que junto a una barra estabilizadora de 23 mm integrada, permite el arriostramiento de los brazos para aportar una mayor rigidez y controlar más firmemente el balanceo de la carrocería, ayudado también por sus amortiguadores monotubo de gas para una marcha más segura y confortable.

Además, el Veloster incorpora en su volante doblemente regulable una dirección asistida eléctrica con ajuste deportivo que se adapta instantáneamente a las distintas condiciones de conducción, al tiempo que mejora el consumo de combustible respecto a un sistema de asistencia clásica. Monta una cremallera de acción rápida para disfrutar de una sensación enérgica al girar, pero sin reacciones parásitas, con un diámetro de giro de 10,39 m, muy ajustado para un coche de 4,2 m de largo y 2,65 de batalla. Y en cuanto a tren rodante, el Veloster viene de serie con llantas de aleación de 17” pulgadas y neumáticos 215/45 VR17, que en opción pueden subir a 18” con neumáticos 215/40 VR18.

Todo esto se une a un equipamiento de seguridad de primer nivel, como corresponde a un deportivo, que incorpora de serie el sistema de gestión de estabilidad del (VSM), que controla de forma conjunta el control electrónico de estabilidad (ESC) y la dirección asistida eléctrica activada por motor (MDPS). El VSM controla dos efectos: el primero es el que se produce cuando se acelera o frena sobre una superficie con coeficiente de rozamiento discontinuo (deslizante en un lado y adherente en el otro) y el vehículo intenta tirar en una dirección. El VSM detecta esta situación y envía una señal al MDPS para activar la dirección asistida y contrarrestar el impulso, aplicando automáticamente hasta 8 Nm en dirección contraria. Este sistema reacciona de la misma forma al cambiar de carril repentinamente o en los giros bruscos, buscando siempre mantener la trayectoria, ayudado igualmente por el control electrónico de tracción (TCS).

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En cuanto a seguridad pasiva, el Veloster incorpora 6 airbags de serie (delanteros, laterales en los asientos delanteros y de cortina a cada lado de las plazas delanteras y traseras). Además, incorpora un avanzado equipo de frenos que incluye discos en las 4 ruedas (ventilados delante) con ABS, así como asistente a la frenada de emergencia, que proporciona una fuerza de frenado máxima cuando se detecta una parada de emergencia, contando por supuesto el ABS con sistema electrónico de distribución de la fuerza de frenado (EBD), que ajusta automáticamente la misma en los ejes delantero y trasero según las condiciones de carga del vehículo. Y todo ello sin olvidar otros detalles, como el sensor de presión de neumáticos, la apertura automática de puertas en caso de choque, alarma antirrobo, cierre de seguridad infantil en la tercera puerta lateral, apoyacabezas activos, fijación trasera Isofix y Top Tether, etc.

Como coche del siglo XXI que es, el Veloster tampoco podía descuidar su equipamiento de comunicación, no sólo limitado a un equipo de audio RDS con lector CD + lector MP3 (con navegador de serie en el nivel Sport S), sino extendido a elementos tales como la conectividad ampliada por tomas USB, compatible con iPod y la auxiliar RCA, la función “manos libres” para teléfono, por conexión Bluetooth con reconocimiento de voz (Bluetooth Streaming), y más adelante, la posibilidad de integrar en el navegador las funciones auxiliares a través de Internet que Hyundai ya ofrece en otros mercados en los paquetes Blue Link Assurance, Blue Link Essentials, Blue Link Guidance, etc.

Queda por analizar el apartado mecánico, cubierto hasta ahora por un motor con una única cilindrada –1,6 litros– y dos potencias, según se trate de la versión atmosférica o de la turboalimentada. Nos referimos al nuevo motor Gamma de cuatro cilindros y 1.591 cc, dotado de inyección directa de gasolina (GDi), con el que en versión atmosférica logra una potencia máxima de 140 CV a 6.300 rpm y un par máximo de 17 mkg a 4.850 rpm, un rendimiento muy brillante para un 1.6 y que sin embargo no le impide lograr una cifra de consumo de 5,9 l/100 km en el promedio combinado, con un nivel reducido de emisiones (137 grs/km) y la máxima fiabilidad. Estos consumos se consiguen con el “pack” ISG (de serie en el acabado Sport S manual), con “stop & start” y otras mejoras de cara a obtener la mayor eficiencia energética.

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Eficiencia que en el aspecto motriz de este 1.6 GDI no se limita sólo a la inyección directa de gasolina, sino que se extiende además al sistema de doble ajuste variable continuo de válvulas, el control electrónico del acelerador -que elimina el cable clásico-, la cadena de distribución de rodillos, inducción variable y recubrimientos innovadores antifricción. Quizá de entre la ingeniería de vanguardia de este 1.6 GDI lo más destacable sea su distribución variable, con el sistema de doble ajuste variable continuo de las válvulas (D-CVVT) y el de los árboles de levas D-CVVT (sincronizador de los árboles de levas de admisión y escape), junto con los soportes hidráulicos del motor que le proporcionan una potencia, rendimiento y refinamiento máximos. El empleo del sistema CVVT en ambos árboles de levas presenta varias ventajas cuando se compara a su utilización únicamente en el de admisión, incluyendo tanto una mejora de prestaciones (mayor eficiencia volumétrica) como un mayor ahorro de combustible (reducción de pérdidas por bombeo), aparte de la disminución de emisiones de hidrocarburos.

Todos estos avances aplicados conjuntamente han dado como resultado un motor con una potencia específica de 86,3 CV por litro, líder entre los de su clase, con unas cifras de consumo extraordinarias y un mínimo nivel de emisiones bajo certificación ULEV. Y ello sin menoscabo de una elevada fiabilidad respaldada por una garantía general de 5 años sin límite de kilometraje. Y por supuesto, ofreciendo unas prestaciones al nivel de lo que se espera de un deportivo, aunque sea popular (201 km/h de velocidad punta y 9,7 segundos de 0 a 100 km/h).

Pero quienes buscan un mayor rendimiento, más en línea con el que se espera de un coupé de su estilo, tienen ahora en el Veloster Turbo una opción más brillante y radical. Con su misma configuración singular de puertas, el Veloster Turbo se alarga ligeramente (+3 cm) debido a sus nuevos paragolpes, reduce su altura (1,40 m) y se ensancha 1,5 cm, añadiendo detalles específicos (alerón posterior, llantas de 18” con insertos cromados, nuevos antinieblas…). El bloque 1.6 ve ahora sus 1.591 cc soplados por un turbocompresor de doble entrada (“twin scroll”) que eleva su potencia de 140 a 186 CV, ahora a 5.500 rpm, mientras que el par sube a 27 mkg (10 más) desde sólo 1.500 rpm, y constantes hasta las 4.500 rpm. El resultado es que su velocidad máxima alcanza ahora los 214 km/h, mientras que la aceleración en el 0-100 km/h baja a 8,4 segundos (con cambio manual de 6 velocidades). Con un generoso “intercooler” para lograr rebajar sensiblemente la temperatura del aire de admisión, este Veloster 1.6 T-GDI mantiene su peso al filo de la tonelada y cuarto, lo que realza de manera fundamental su agilidad, haciendo de él un auténtico deportivo con todas las características exigibles a un coupé de su estampa.

Ya hemos dicho que además del cambio manual de 6 relaciones, Hyundai ofrece también en el Veloster 1.6 GDI una transmisión completamente nueva de 6 velocidades con doble embrague (DCT) desarrollada totalmente por la marca coreana. Esta nueva transmisión DCT combina las ventajas del cambio manual, como el bajo consumo de combustible y la conducción deportiva, con las del automático, con su comodidad y suavidad de accionamiento. Mejorada por la marca sobre otros cambios similares, este DCT permite una conexión directa para ofrecer un alto rendimiento y una transferencia de par continua durante los cambios de marcha, sin las pérdidas motrices y el mayor gasto de combustible que supone el convertidor de par.

Así, este cambio DCT permite una ganancia del 5% al 6% en el consumo, al tiempo que mejora del 3% al 7% la aceleración. El DCT actúa como si fueran dos transmisiones manuales clásicas, cada una de ellas con su propio embrague, trabajando en paralelo y alternando los cambios de marchas, con un embrague para la 1ª, 3ª y 5ª marchas, y otro para la 2ª, 4ª, 6ª y la marcha atrás. Este proceso se traduce en unas transiciones rápidas y suaves sin la pérdida de rendimiento normalmente asociada a los convertidores de par. El conjunto actuador del embrague incorpora motores eléctricos para su acción y un amortiguador externo para disminuir el nivel de ruido, vibraciones y aspereza, disponiendo además de un modo de función especial (Active Eco) que modifica el control del motor y la transmisión mejorando el ahorro de combustible, hasta un 7%. En definitiva, un excelente cambio automatizado para un automóvil deportivo que mejora el rendimiento a alto régimen, reduce el consumo y facilita una óptima respuesta y control del cambio de marchas, todo dentro de un diseño compacto y un peso reducido.

Con todas estas innovaciones, el Hyundai Veloster no puede considerarse un modelo caro, máxime con la promoción que tiene de 4.100 euros. Ofrecido en un acabado básico y otro Sport (con un “pack” de mejora en el Sport S), su precio sin promoción oscila desde los 21.690 a los 30.690 (Sport S con cambio DCT), a los que ahora se añade el Veloster Turbo (a partir del próximo mes de octubre), disponible exclusivamente con caja de cambios manual con un precio oficial de 29.900 euros, a los que habrá que descontar una promoción de 3.000 euros. Todo ello a cambio del coupé 3 puertas más original del mercado, con una de las mecánicas más sobrias y brillantes que se pueden encontrar en su cilindrada.

Versiones del modelo: 'Veloster'

Hyundai
Hyundai

Tno. 91 360 52 60
Garantía: 5 años sin límit