¿Has preparado tu coche de cara al invierno?

9 enero, 2018
J. GETE

Estos consejos básicos condensados por el fabricante de lubricantes Shell, demuestran la importancia de llevar a cabo una revisión de una serie de puntos clave del vehículo, para evitar averías y accidentes.

La llegada del invierno y la bajada de temperaturas suponen un claro desafío para nuestro coche y su buen funcionamiento. Shell ha elaborado una guía útil con recomendaciones que todos los conductores deben tener en cuenta sobre revisión y mantenimiento del automóvil ante esta nueva estación. Seguir estas pautas ayudará a evitar los problemas que puedan provocar las heladas, la nieve e incluso la lluvia.

Motor.- Es muy importante elegir el lubricante que se ajuste mejor a las necesidades del motor y cumpla con las especificaciones del fabricante. Un aceite sintético de baja viscosidad fluye con mayor rapidez y minimiza la fricción y el desgaste de las piezas durante el arranque en frío. Para facilitar la decisión ante la gran variedad de productos disponibles en el mercado, Shell recomienda el uso de herramientas interactivas como Shell LubeMatch, que ofrece información sobre qué lubricante es el más adecuado, en qué cantidad además de datos técnicos acerca de sus propiedades. Con el uso de lubricantes sintéticos elaborados a partir de gas natural en lugar de petróleo como Shell Helix Ultra con tecnología PurePlus, pueden prolongarse los tiempos de cambio, a la vez que se reduce la necesidad de rellenos de aceite por su menor volatilidad.

Neumáticos.- Son uno de los elementos más importantes que debemos revisar ante la llegada del cambio de estación para evitar accidentes como el aquaplanning. Hay que prestar especial atención al dibujo del neumático, que debe estar bien definido a lo largo de todo el ancho de banda. También pueden utilizarse neumáticos específicos para el invierno o todo tiempo, que se caracterizan por tener el trazo más profundo y la goma con un compuesto más blando y de mayor agarre con temperaturas frías.

Las cadenas también son otro elemento que debemos tener en cuenta sobre todo, para la conducción por nieve. Las hay de varios tipos, desde metálicas hasta los denominados spike spider, que se acoplan sobre la rueda de forma rápida y llevan una serie de radios que se adhieren perfectamente a la goma del neumático. Lo más importante es que vayan colocadas sobre las ruedas tractoras, ya sean de tracción delantera, trasera o en las cuatro ruedas.

Frenos.- Para Shell inspeccionar las distintas partes –discos, pastillas, pinzas o tambores, si los lleva– para su óptimo funcionamiento es otro de los punto a tener en cuenta para asegurar nuestro vehículo ante la nieve, el hielo o la lluvia, ya que estos materiales funcionan en gran medida por fricción, y las inclemencias propias del invierno les afecta de forma directa.

Hay que prestar especial atención si al activar el pedal de freno se detecta algún sonido. Que los frenos suenen puede deberse a pastillas en mal estado, unos discos deteriorados o a que haya que realizar una revisión en el circuito del líquido de frenos. Lo más importante es dejar este tipo de operaciones en manos de un especialista, ya que el líquido de frenos es una sustancia altamente corrosiva y la manipulación del sistema de frenos suele requerir un purgado para sacar la burbuja de aire que se haya podido almacenar al rellenar el circuito, y que puede provocar fallos en la frenada.

Líquido anticongelante.- Su principal función es mantener la temperatura óptima del motor –unos 90º aproximadamente– durante su funcionamiento, bien para que el agua usada para refrigeración no se evapore o no se congele. Shell aconseja asegurar que el depósito
cuente con los niveles establecidos por las marcas guía que incorpora, y que no esté muy sucio, en cuyo caso tendrás que acudir a un profesional para que pueda cambiarlo ya que debe hacerse con el motor en marcha. Además, un correcto mantenimiento del líquido refrigerante evitará que sufra daños la bomba de agua.

Visibilidad.- Durante la estación invernal, es fundamental cuidar al máximo los elementos que afectan a la visibilidad del vehículo. Al ser los días más cortos, tendremos que utilizar las luces durante más tiempo, por lo que hay que cuidar que la iluminación funcione correctamente y disponer de repuestos para sustituirlas ante cualquier imprevisto. Por otra parte, las lunas del vehículo soportan elevadas diferencias de temperatura y la mayor frecuencia de lluvias e incluso nieve, trae consigo que hagamos más uso de los limpiaparabrisas. Por ello es importante cambiarlos –tanto los delanteros como los traseros– si se han deteriorado o han bajado su rendimiento de forma que tengamos una visibilidad óptima en todo momento.

Tal y como apunta Pedro del Amo Alonso, Lubricants Technical Advisor de Shell España, “además de tener en cuenta estos elementos es fundamental tener la máxima precaución en la conducción bajo una climatología adversa. El invierno es una de las estaciones que más afecta al funcionamiento del vehículo y es importante estar preparados para evitar imprevistos y minimizar los posibles riesgos asociados”.