Hiperdeportivo híbrido de competición
La marca del “cavallino” presenta una evolución de su superdeportivo FXX-K, un modelo híbrido de estricta competición, no homologado para rodar por la carretera, con mejor aerodinámica, menos peso y los mismos 1.050 CV del FXX-K.
Se trata de una evolución disponible para los FXX-K ya existentes, en serie muy limitada (Ferrari no dice cuántos) y pensado para participar en el programa de I+D de la marca, a partir de la experiencia obtenida en la Fórmula 1 y en los campeonatos GT3 y GTE (así como en el suyo monomarca).
Ha sido mostrado en el circuito de Mugello, durante la Finali Mondiali, como evolución de los FXX Evoluzione y 599XX Evoluzione. Sin homologación de calle, el coche ha sido ofrecido a algunos de los más selectos clientes de Ferrari, habida cuenta de que sólo podrá competir en las carreras del programa Corse Clienti XX de Ferrari, y eso a un precio no especificado pero que estará por los 2,5 millones de euros que cuesta un FXX-K… Mucho dinero sin duda, aunque por ese precio su propietario dispone de un equipo de ingenieros para que se lo ponga a punto en cada prueba, y entre carrera y carrera Ferrari se hace cargo de él. Y al cabo de dos años, el dueño puede llevárselo a su garaje, aunque lo normal es que dado que no puede circular fuera de los circuitos, decida seguir prolongando su participación en las Corse Clienti… En todo caso, este FXX-K Evo es fruto de un exhaustivo ensayo que ha sumado 5.000 km de desarrollo, 15.000 km de pruebas de fiabilidad y todo un año invertido en simulación CFD e infinidad de horas en el túnel de viento…
Aligerado y con mejor aerodinámmica.- Ferrari no ha dado mucha información de las modificaciones sufridas en este FXX-K Evo; simplemente afirma que es más ligero que el FXX-K, repartiendo su peso en un 41% sobre el eje delantero y un 59% sobre el posterior. Este aspecto, junto al aerodinámico, es sobre los que más ha trabajado la marca de Maranello, con la adopción de un alerón fijo de perfil biplano, junto con una aleta dorsal tipo “aleta de tiburón” y un fondo nuevo del suelo, casi plano.
Los cambios también se han extendido a los paragolpes para rediseñar el flujo de las tomas de aire y a la amortiguación variable, hasta lograr aumentar la “down force” del modelo al nivel de los modelos de los campeonatos GT3 y GTE, hasta un 23% frente al FXX-K y un 75% más que el LaFerrari de calle, que es sobre el que se basó el FXX-K (hasta 640 kg de carga sobre el eje delantero a 200 km/h, y 830 kg a su velocidad máxima). Las suspensiones son básicamente las mismas del FXX-K, así como su tren rodante, con neumáticos Pirelli P Zero “slicks” sensorizados en medidas de 285/650 R19 y 345/725 R20. Los frenos montan discos carbocerámicos Brembo, de 398 mm de diámetro delante y 380 mm detrás.
Motor sideral.- Para este FXX-K Evo se recurre al mismo propulsor atmosférico de 6.262 cc con sus 12 cilindros en V a 65º y generando 860 CV a 9.200 rpm, con un par máximo de 76,5 mkg a 6.500 rpm, al que se suma el KERS eléctrico capaz de proporcionar 140 kW (190 CV), logrando un conjunto de 1.050 CV y casi 92 mkg, una potencia más que suficiente para emular al mejor Fórmula 1 del momento… En el habitáculo encontramos un volante muy similar al de un Fórmula 1 (con levas de cambio integradas, el “mannetino” de la marca y los mandos del KERS), junto a una pantalla de la cámara de visión trasera (6,5”) y un nuevo sistema de telemetría que permite ver en tiempo real todos los parámetros de rendimiento y estado del coche, manteniendo siempre los asientos anclados al piso del coche. En suma, todo un superdeportivo híbrido de carreras… sólo para éstas.
