El magnate de Geely ya tiene el 10% de Daimler

30 abril, 2018
J. ROBREDO

El grupo germano Daimler ha hecho pública la compra por parte de Li Shu Fu, el propietario de la Zhejiang Geely Holding del 9,69% de Daimler AG, convirtiéndose así en el primer accionista del mismo, por delante de la Kuwait Investment Authority (6,8%) y de Renault/Nissan (3,1%).

El anuncio se hizo en el Salón de Pekín por el propio patrón de Daimler AG, Dieter Zetsche, quien a su vez tranquilizó a su socio chino BAIC (Beijing Automotive Industries Corporation) sobre las intenciones de Li Shu Fu, quien ha afirmado que se trata de una inversión personal (también compró el año pasado el 3,3% de Volvo Trucks, la división de camiones de Volvo, rival directo de Daimler). No está prevista ningún tipo de colaboración entre Geely y Daimler, pero la noticia no ha sentado bien ni a la patronal alemana del sector ni al gobierno de Berlín, que no desean una presencia accionarial extranjera a ese nivel (y menos china) en su grupo industrial estrella.

Li Shu Fu posee ya Geely, Volvo Cars (comprada a Ford en 2010), LEVC (London Taxis International, el fabricante de los “cabs” londinenses, adquirido en 2013) , la malaya Proton y la británica Lotus (ambas compradas el año pasado), sin contar otras empresas del sector aeronáutico. Daimler se ha resistido a vender hasta ahora (de hecho Li Shu Fu ha comprado la mayoría de su paquete en el mercado libre bursátil) y teme que su socio chino BAIC no quiera ser menos (y pasar a tener alguna participación directa en Daimler). Li Shu Fu (54 años) es la tercera fortuna de China y aunque no ha hecho más que tranquilizar al actual consejo de administración de Daimler de que no desea ir más lejos, no hay garantía de que cambie de opinión en el futuro (“no sabemos qué sucederá en el futuro”, ha dicho). Por su parte Zetsche está relativamente seguro, ya que más de la mitad del capital de Daimler (53,1%) está en manos de inversores institucionales y otro 17,8% en grupos inversores privados. Pero ninguno supera el 3% (salvo los tres antes citados), y empieza a sentir ya la desconfianza de Berlín frente a la entrada de más capital chino en el grupo germano.