Bugatti Veyron “Black Bess”

14 mayo, 2014
JUAN ROBREDO

La quinta leyenda
La saga de las “Leyendas de Bugatti” continúa, siempre dentro del esquema de “versiones homenaje” que la superelitista marca francoalemana (antes por su ubicación alsaciana junto a la frontera, y ahora por su actual propietario, el grupo VW) inauguró hace ya casi año y medio, con hasta cuatro ediciones especiales de su Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse, una dedicada al corredor Jean Pierre Wimille, otra a Jean Bugatti, después otra al piloto italiano Meo Costantini y la última a Rembrandt Bugatti, el hermano escultor del creador de la marca de Molsheim. Ahora llega la quinta “leyenda”, dedicada a rememorar uno de los coches legendarios de Bugatti, el Tipo 18 de 1912, que fue en su día el turismo más rápido de carretera (160 km/h… en 1912).

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Como siempre, la plataforma y carrocería elegida es la del Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse (que sigue siendo desde abril de 2013 el coche más rápido del mundo, con sus 408,84 km/h, ya que el récord norteamericano logrado en febrero en Miami -435 km/h-no ha sido homologado al no cubrir la distancia mínima exigida). Pintado totalmente en negro (como el “Black Bess” original, que tomó su nombre de una célebra yegua inglesa de carreras, la “negra Isabelita”), luce en su interior –y exterior- algunos detalles dorados, como el emblema EB chapado en oro de 24 quilates, así como otros emblemas EB chapados en oro (como la herradura símbolo de la marca), la marca dorada del reloj, etc.
Se ha escogido para su tapicería un cuero especialmente suave en color beige (que recubre todas las partes interiores) en contraste con otro en color más oscuro (Havana) en tablero, paneles, asientos… Los paneles de puerta lucen aquí dos grabados, uno en cada puerta, con el histórico Bugatti Tipo 18 en uno y el biplano de caza Morane Saulnier H en el otro, que era el avión que pilotaba Roland Garros, el as de la aviación gala durante la primera guerra mundial, y que además de notorio deportista, fue también, como amigo de Ettore Bugatti, el primer cliente del Tipo 18 y uno de los que más contribuyó a su fama.

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Sólo se hicieron siete unidades, de las que sobreviven hoy tres, una de ellas la expuesta en Pekín junto a este Veyron 16.4 durante su presentación, cedida por el museo Lowman de La Haya. Hay que tener en cuenta que el Tipo 14 (fabricado de 1912 a 1914) era un coche sensacional para su época, con un motor de 4 cilindros y 5 litros de cubicaje que daba 100 CV, con árbol de levas en cabeza y culata de tres válvulas por cilindro (dos de admisión y una de escape). Extremadamente ligero, con su cambio de 4 marchas y transmisión por cadena lograba unas prestaciones que no llegarían a los turismos de calle hasta dos décadas más tarde.
Hoy, su homónimo legendario multiplica por 12 esa potencia superando en dos veces y media su velocidad. Pero claro, ha pasado todo un siglo… Por lo demás, nada que añadir a las prestaciones de este soberbio monstruo con su motor de 16 cilindros en W y 8 litros de cubicaje, con sus 1.200 CV y su inigualado par (a nivel mundial) de 153 mkg entre 3.000 y 5.000 rpm, capaz de propulsarle de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos…
Como siempre, de esta “quinta leyenda” de Bugatti se harán sólo tres unidades, al precio de 2.150.000 euros cada una, en línea con el de las anteriores “leyendas” (que se mueven entre los 2,28 millones del “Jean Bugatti”, y los 2,1 millones del “Meo Costantini”). Y pese a ello de las 12 unidades (correspondientes a las cuatro “leyendas” presentadas) construidas hasta hoy, no hay ninguna pendiente de venta…

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