Bugatti Legend Meo Costantini

4 diciembre, 2013
JUAN ROBREDO

La tercera leyenda
La resucitada marca de Molsheim hoy propiedad del grupo VW presenta su tercera “leyenda” rodante, dentro de su serie limitada “Les Légendes de Bugatti”, estrenada primero con el Jean Pierre Wimille, continuada después con el Jean Bugatti, y coronada ahora con este Meo Costantini, en tres homenajes consecutivos a tres personajes legendarios de la marca.
Con la exclusividad llevada a su máximo exponente, sobre todo por precio (los tres superan los dos millones de euros), estas versiones especiales están orientadas a recordar la historia de una marca única del automovilismo mundial, con los hitos que marcaron tres de sus más famosos pilotos. Jean Pierre Wimille ganó dos veces las 24 Horas de Le Mans al volante de un Bugatti, y el Bugatti que le conmemora nació para celebrar el 90º aniversario de tan célebre carrera.

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La segunda “leyenda” ha sido el Jean Bugatti, presentado en el último salón de Fráncfort en recuerdo al hijo predilecto de Ettore Bugatti (cuyo nombre completo era nada menos que Gianroberto Carlo Rembrandt Ettore, más conocido por “Jean”), el autor del diseño del Bugatti Atlantic (Type 57 SC) trágicamente fallecido en accidente en 1939. Y La tercera y última entrega de estos homenajes se llama Bugatti Legend Edition Meo Costantini, en honor al piloto italiano de su nombre, íntimo amigo de Ettore Bugatti y dos veces ganador al volante del Type 35 (de 8 cilindros en línea y 100 CV, para 2 litros de cubicaje) de la legendaria Targa Florio siciliana, así como del G.P. de España de 1926. Fue el coche icono de la competición en “La Belle Epoque” (el coche en el que se supone murió, estrangulada por su pañuelo al viento, otro mito universal de la danza, Isadora Duncan).
Presentado en el emergente salón de Dubai (Dubai International Motor Show) en el mes de noviembre (sin duda un buen marco para coches tan excepcionales como éste), y desarrollado como sus dos hermanos anteriores sobre el bastidor y carrocería del Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse, este Bugatti Meo Costantini se producirá, lo mismo que sus hermanos “legendarios” en una cortísima serie de tres unidades, de las que al menos hay dos ya vendidas, al precio de 2.090.000 euros, transporte e impuestos aparte. Un precio ciertamente estratosférico, pero aún así inferior al de sus dos “leyendas” anteriores (el Jean Bugatti se anunció en Fráncfort por 2,28 millones de euros).

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Por fuera, todo recuerda casi exactamente al Jean Bugatti, tanto por delante como en la zaga y laterales (apenas hay una ligera variación en el paragolpes trasero, en torno a la concavidad del mismo en torno a los escapes centrales, ahora suavizada). Pero su color es el azul celeste de los Bugatti 35 (un punto más claro que el actual azul Francia de competición) combinado con zonas frontolaterales de aluminio pulidas a espejo, y su interior lleva un tapizado específico en piel bicolor (beige Gaucho y azul oscuro). Aparte de la firma reproducida del piloto en diversas partes (salpicadero, estribos, tapón de gasolina…) y de la del nombre “Légendes de Bugatti”, como curiosidad este Veyron GSV Meo Costantini luce unas delicadas serigrafías grabadas en láser en los paneles de puertas (en negro sobre negro, para evitar contrastes excesivos y marcar la elegancia suprema del coche, lejos de cualquier atisbo de “tuning”).
En cuanto al motor, ninguna sorpresa: es el mismo 16 cilindros en W y 8 litros de cubicaje capaz de desarrollar 1.200 CV de potencia y un par máximo de 153 mkg (constante entre 3.000 y 5.000 rpm), el mismo que ha hecho del Veyron GSV el coche más veloz del mundo (ostenta el récord mundial de velocidad en pista con 408,84 km/h logrados en abril de este mismo año), capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y bajar de 9 en el 0-200 km/h (y de 20 en el 0-300 km/h…). La mayor parte del bastidor y la carrocería están hechos en fibra de carbono (y el resto en aluminio), con un nivel único en terminación y calidad, como corresponde a un coche igualmente único.

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