Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse “La Finale”

24 abril, 2015
JUAN ROBREDO

El último Veyron

Se sabía que era el último de los 450 Veyron que Bugatti anunció que iba a construir (300 coupés y 150 Grand Vitesse, descapotables). En honor al primero de todos, repite su pintura bicolor en negro y rojo cereza, diez años después, con detalles propios que aseguran su exclusividad única, como la firma «La Finale» sobre su alerón y el logo en relieve del elefante encabritado (ya saben, el de la escultura más famosa de Jean Bugatti, hermano del creador de la firma) sobre su carrocería de fibra de carbono, en la zaga, paneles traseros, frontal, techo y capó.

El Bugatti Veyron nació en 2005 con las premisas más desafiantes de la industria del automóvil, puestas por el presidente del Grupo VW, Ferdinand Piech: una velocidad máxima por encima de 350 km/h, aceleración de 0 a 100 km/h menor de 3 segundos, una potencia de más de 1.000 CV y un chasis que no agitase a sus ocupantes como un coche de carreras. No tenía que ser especialmente bonito, sino deslizarse a través del viento 160 km/h más rápido que el despegue de un Boing 747. Con el mismo motor W16 8.0 (entonces con 1.001 CV y 370 km/h) que pasó luego a dar 1.200 CV y 153 mkg de par, capaz de cubrir el 0-100 km/h en 2,6 s, y alcanzar una velocidad punta de 410 km/h, este Bugatti Veyron “La Finale” pone el broche de oro al superdeportivo más potente de la historia del automovilismo.

Para conmemorar el final de la serie, y aunque ya estaba vendido (es propiedad de un millonario árabe, uno de los jeques del petróleo), Bugatti pidió permiso al dueño para exponerlo en el salón de Ginebra junto al primer Veyron fabricado (la unidad Nº 1), donde pudimos admirarlos como buques insignia de la superdeportividad en 4 ruedas, aunque el presidente de Bugatti, Wolfgang Dürheimer, ha afirmado que buscarán «ampliar y consolidar la posición de liderazgo del Veyron con el nuevo reto de hacer mejor al mejor». O sea que no tardaremos mucho en conocer su sucesor; quizá en el próximo salón de Francfort…

El precio de esta última unidad se desconoce, aunque debe estar cercano a los 2 millones de euros, como los demás Veyron, es decir al alcance de muy pocos multimillonarios (entre ellos conocidos futbolistas de la liga española como Eto’o, Andrés Iniesta, Benzemá o Cristiano Ronaldo). Ahora toca esperar a su futuro relevo, que, si cumple el objetivo que se propone Dürheimer, debe superar en un 25% la potencia y prestaciones del Veyron. Ahí es nada.

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