Para evitar el peligro que representa siembre en maniobras y cambios de carril el punto ciego que supone el ángulo muerto posterior de los vehículos, Bosch ha desarrollado su sensor específico MRR (Mid Range Radar) de medio alcance, basado en los sensores de radar de 4ª generación, cuya producción en serie a gran escala ha sido iniciada a finales de 2014. Estos sensores MRR se montan por parejas en el parachoques trasero (uno a la derecha y otro a la izquierda) para controlar las esquinas y parte trasera, con un “software” que compara los datos emitidos hasta generar una imagen del tráfico existente tras el coche.
